MADRID (España).- Varias agencias de la ONU han reclamado «urgentemente» la apertura de nuevos pasos y la autorización de la llegada de más ayuda para paliar la grave situación humanitaria en la Franja de Gaza, un territorio que se asoma ya a la situación de hambruna ya que toda la población gazatí, unos 2.2 millones de personas, están al menos en lo que se conoce como inseguridad alimentaria aguda, sin posibilidad de llevar una dieta mínima.
Los gazatíes, que no tienen capacidad ni de producir ni de importar alimentos desde el estallido del conflicto entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) el 7 de octubre, han recibido en este tiempo una ayuda «limitada». Las actuales cantidades no bastan «para evitar una combinación mortal de hambre, desnutrición y enfermedad» y la escasez es «especialmente grave» en el norte de la Franja, a juicio del Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estas organizaciones piden también garantías de seguridad tanto para las personas que reciben la ayuda como para quienes la distribuyen, teniendo en cuenta que los bombardeos incesantes y los constantes cambios en los frentes de batalla obstaculizan incluso el establecimiento de puntos de reparto.
La directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain, ha avisado en un comunicado conjunto de que «los habitantes de Gaza corren el riesgo de morir de hambre a pocos kilómetros de los camiones repletos de alimentos». La ayuda entra a cuentagotas únicamente por dos pasos: el de Rafá, controlado por Egipto, y el de Kerem Shalom, situado en la zona sur de Israel.
«Cada hora perdida pone en peligro innumerables vidas. Podemos mantener a raya la hambruna, pero solo si podemos entregar suministros suficientes y tener un acceso seguro a todos los necesitados, estén donde estén», ha advertido. El PMA, que ha buscado nuevas formas de trabajar para hacer frente al actual contexto, llevó el pasado jueves su primer convoy a la zona norte de Gaza, con alimentos para unas 8,000 personas.
El conflicto ha dejado además en una situación precaria servicios esenciales como los de agua, saneamiento y salud, lo que amenaza con provocar nuevas emergencias dentro de la emergencia, especialmente en el caso de colectivos vulnerables como la infancia. UNICEF prevé que la desnutrición aguda entre los niños aumente casi en un 30 por ciento, hasta afectar a 10.000 menores.
OMS reclama asistencia humanitaria y en particular de alimentos para norte de Gaza
En este sentido, la directora de UNICEF, Catherine Russell, ha señalado que los niños que corren el riesgo de «morir por desnutrición y enfermedades» necesitan «desesperadamente» tratamiento médico, agua potable y servicios de saneamiento, pero parte del material sigue teniendo «restringida» la entrada en Gaza. «Las vidas de los niños y sus familias penden de un hilo. Cada minuto cuenta», ha alertado.
Por parte de la OMS, su máximo responsable, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha señalado que «la hambruna hará catastrófica una situación ya de por sí terrible, porque las personas enfermas tienen más probabilidades de sucumbir a la inanición y las personas hambrientas son más vulnerables a las enfermedades». Por ello, coincide en que hace falta «un acceso sin trabas y seguro para entregar la ayuda».
También ha abogado por «un alto el fuego humanitario para evitar más muertes y sufrimiento». La ONU confía en que una hipotética tregua facilite una operación humanitaria masiva en todo el territorio palestino.
Fuente y foto Europa Press