Salma Hayek, Ashley Judd y Annabella Sciorra, tres actrices que fueron víctimas de acoso sexual por parte del denostado productor Harvey Weinstein, reivindicaron el movimiento «Me Too» desde el escenario de los Óscar y solicitaron mayor diversidad a Hollywood.
«Hola, es genial volver a veros a todos, ha pasado mucho tiempo», dijo Sciorra, desplazada de la industria por Weinstein tras rechazar sus propuestas indecentes. «Es un honor estar aquí esta noche. Este año muchos expresan su verdad y el viaje que queda por recorrer es largo, pero lentamente ha surgido un nuevo camino», agregó.
«Los cambios que estamos viendo están dirigidos por nuevas voces poderosas, voces diferentes. Unirnos es un coro maravilloso para decir finalmente que el tiempo (de los abusos) se ha acabado», declaró.
Por su parte, Hayek quiso rendir tributo a «los espíritus imparables que rompieron muros y percepciones contra su género, raza y etnicidad para contar su historias».
Y Judd recalcó: «Queremos asegurarnos de que los próximos 90 años llegan con posibilidades ilimitadas de igualdad, diversidad e inclusión. Eso es lo que este año nos ha prometido».
Las tres intérpretes presentaron un montaje de imágenes de películas protagonizadas por minorías, mientras una serie de cineastas hablaban sobre los conflictos de género, diversidad y etnicidad que ha enfrentado la industria desde su nacimiento.
«Estamos aquí y no nos vamos a ningún lado», dijo el director Lee Daniels, quien pronosticó que en los próximos años habrá muchas cintas más como «Black Panther», protagonizada principalmente por actores afroamericanos, o «A Wrinkle in Time», la primera superproducción de Disney dirigida por una mujer (Ava DuVernay).
«Yo pensaba que tras el éxito de ‘Thelma & Louise’ las cosas iban a cambiar», manifestó Geena Davis, protagonista de aquel clásico.
«No fue así, pero creo que ahora estamos en el camino adecuado», señaló.
La Academia de Hollywood quiso rendir homenaje también a personalidades que han alzado la voz en los últimos meses contra diversas injusticias. Esa es la razón por la que el cocinero español José Andrés acudió a la ceremonia.
Su organización sin fines de lucro World Central Kitchen ha servido millones de comidas calientes en Puerto Rico tras el paso del huracán María. EFE