MOSCÚ.- La OTAN debe dar el primer paso para normalizar las relaciones con Rusia, que ayer suspendió los pocos lazos que le quedaba con la Alianza Atlántica, afirmó hoy el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguey Lavrov.
«Sí, partimos de esa base, porque nosotros nunca hemos iniciado el empeoramiento de las relaciones con la OTAN ni con la Unión Europea«, dijo el jefe de la diplomacia rusa en declaraciones a la prensa de su país en la ciudad de Sochi (sur de Rusia).
Indicó que la historia del deterioro de las relaciones con la OTAN comenzó en agosto de 2008, cuando el entonces presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, «dio la orden criminal de atacar Tsijinvali», la capital de la región georgiana de Osetia del Sur, reconocida por Moscú como Estado independiente tras la guerra ruso-georgiana.
Según Lavrov, cuando se inició el conflicto, Rusia insistió en convocar una reunión del Consejo Rusia-OTAN, pero la entonces secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, se negó categóricamente.
Rusia anunció ayer, lunes, el cierre de su misión ante la OTAN en Bruselas y el de la oficina de enlace militar y de información de la Alianza en Moscú en respuesta a la expulsión de ocho de sus diplomáticos.
Lavrov indicó que a los representantes rusos ante la OTAN se les imponían restricciones que dificultaban su labor.
«Lo más importante, y eso se dijo oficialmente, es que se interrumpieron todos los contactos entre los militares», agregó.
A su vez, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró en su rueda de prensa telefónica diaria que Rusia al suspender la labor de su misión ante la OTAN y la de la oficina de enlace de la Alianza en Moscú ha formalizado de iure una situación de facto.
«Nunca hubo relaciones, no hubo diálogo», dijo Peskov, que añadió que la OTAN siempre declaró su intención de contener a Rusia, postura que apoyó con «acciones concretas».
Agregó que la «última gota» fue la expulsión de los diplomáticos rusos de Bruselas. EFE