CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco afirmó que «la gestión empresarial requiere siempre una conducta justa y clara que no ceda a la corrupción», al recibir hoy en audiencia a una delegación de la institución pública italiana Caja, Depósito y Préstamos.
En este momento en el que en el Vaticano ha estallado un escándalo en la gestión de sus fondos y está en marcha una investigación judicial por parte de la fiscalía de la Santa Sede, Francisco destacó que «en el ejercicio de las propias responsabilidades es necesario saber distinguir bien de mal«.
«De hecho, incluso en el campo de la economía y las finanzas, la intención correcta, la transparencia y la búsqueda de buenos resultados son compatibles y nunca deben separarse», agregó.
El papa reflexionó sobre los desafíos sociales y económicos producidos por la grave pandemia aún en curso y advirtió de que hay sectores que «requieren renovación o transformación radical».
«Pensemos en los cambios que se han producido en la forma de compra y venta de bienes, con el riesgo de concentrar los intercambios en el comercio en manos de unas pocas empresas de dimensión global», señaló.
Francisco explicó que «la doctrina social de la Iglesia coincide con una visión en la que más inversores hacen esperar una justa retribución de los recursos recaudados, y luego canalizarlos hacia la financiación de iniciativas que tienen como objetivo la promoción social y colectiva».
Recordó que «el pensamiento cristiano no es contrario a principio a la perspectiva de la ganancia, más bien es contrario a la ganancia a cualquier costo, a la ganancia que olvida al hombre, lo esclaviza, lo reduce a una cosa entre cosas, a una variable de un proceso que no puede controlar de ninguna manera o a lo que no puede oponerse de ninguna manera». EFE