VATICANO.- En la primera audiencia general del año, el Papa Francisco, criticó duramente a los hipócritas que «solo rezan para ser admirados por los demás», y reiteró que es preferible ser ateo que ir a la Iglesia odiando a todo el mundo.
«Cuántas veces hemos sido testigos del escándalo de aquellas personas que van a la Iglesia, -y se pasan el día allí o van todos los días-, y después viven odiando a los demás o hablando mal de la gente. Esto es un escándalo. Es mejor no ir a la Iglesia”, enfatizó.
“ Vive así, como un ateo. Pero si vas a la Iglesia vive como un hijo, como un hermano, y da un auténtico testimonio, no un contratestimonio. Estos son los hipócritas que solo rezan «para ser admirados por los demás», pero su oración es un «rezo pagano, sin Dios», advirtió con franqueza el Santo Padre.
Ni ellos serán capaces de dialogar con Dios ni tampoco los que rezan como «papagayos», insistió el Papa, porque no hay que orar para ser vistos ya que «el único testigo de la oración cristiana es la propia conciencia», recordó.
Por eso, insistió en que la oración es un diálogo continuo con Dios al que sus hijos han de dirigirse como a un Padre.
Al finalizar la audiencia, y para aligerar un poco el ambiente tras estas contundentes palabras, el Papa recibió a un grupo circense de Cuba. Amenizaron durante unos minutos la mañana en el Aula Pablo VI con sus acrobacias.
Este circo no trajo animales, como en alguna otra ocasión ha sucedido, pero sí que invitaron al Pontífice a participar en el espectáculo haciéndole girar un balón apoyado en su dedo índice.
Al final de la actuación en el auditorio Pablo VI del Vaticano, el grupo recibió un gran aplauso del pontífice: «Quiero agradecerles porque con su espectáculo portan belleza. Se requiere mucho esfuerzo para hacerla. Y hemos visto mucho entrenamiento», dijo Francisco al concluir la audiencia general ante los cientos de fieles que la presenciaron. (ECHA- Agencias)