NUEVA YORK- El Papa Francisco considera visitar a Cuba en septiembre, cuando realice una gira por Washington, Filadelfia y Nueva York, informó The Wall Street Journal, tras señalar que el Sumo Pontífice no tomó una decisión final.
El rotativo estadounidense considera que una visita de Francisco a la isla «inyectaría un nuevo elemento a una gira de por sí agitada, ya que el Papa tiene programado dar un discurso ante una sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos y las Naciones Unidas; y también se espera que el presidente Barack Obama lo reciba en la Casa Blanca«.
Asimismo subraya que, de concretarse la parada, el Papa Francisco remarcaría «su disposición a entrar en cuestiones geopolíticas muy importantes».
De hecho, el Pontífice y el Vaticano jugaron un importante rol en el histórico acuerdo entre el régimen de los Castro y la Administración Obama en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Francisco les envió una carta tanto a Barack Obama como a Raúl Castro, en la cual les pedía a ambas partes que terminaran con sus «frías relaciones».
En su momento, la Casa Blanca aseguró que la misiva le dio a la Administración de Barack Obama «un empuje mucho mayor y necesario para avanzar» con las negociaciones.
Si Francisco concreta un viaje a Cuba, sería la tercera visita de un Papa al país. San Juan Pablo II hizo una visita histórica al país en 1998 y el Benedicto XVI hizo una gira de tres días en la isla en marzo de 2012.
La visita de Francisco a EEUU incluye su participación en la Jornada Mundial de la Familia en Filadelfia, un discurso en Nueva York en la sede de las Naciones Unidas con motivo de la Asamblea General del organismo y otro –el 24 de septiembre– ante las dos Cámaras del Congreso.
Este año, antes de visitar EEUU, Francisco viajará a Bolivia, Paraguay y Ecuador. Luego, en el Vaticano ya están organizando su primer viaje a África, «hacia finales de año», para visitar República Centroafricana y Uganda. Con esos viajes, Francisco, que cumplió 78 años en diciembre, quiere manifestar con gestos concretos su cercanía y solidaridad a poblaciones que se encuentran en la «periferia» del mundo y de la Iglesia. (ECHA- Agencias)