ANTANANARIVO.- El papa Francisco se reunió hoy sábado con un centenar de monjas en un convento de carmelitas descalzas en la capital de Madagascar y les instó a que hablen «siempre y lo antes posible» cuando vean o escuchen «algo raro».
El pontífice, que llegó este viernes a Madagascar procedente de Mozambique, visitó este convento y con cerca de un centenar de religiosas, la mayoría de clausura, recitó la hora tercia.
Aunque había preparado un discurso, Francisco decidió improvisar y relató la historia de santa Teresa de Lisieux, que le acompaña siempre en su vida.
La historia de la santa francesa ayudó al pontífice, que habló en italiano y fue traducido por un ayudante, a exhortar a las monjas a practicar la caridad y mejorar la vida en comunidad.
Aseguró que la joven santa hablaba siempre con su priora y las animó a que cuando «vean algo raro» que les quite la tranquilidad hablen «siempre y pronto».
Que acudan siempre a la «priora», «aunque algunas prioras no sean el premio nobel de la simpatía», bromeó.
«Si hubiera hablado antes Eva sobre la serpiente…, pero no habló y llegó el desastre», aseveró.
Aseguró que «diablos educados» entran siempre en los conventos y que no les detienen las «dobles rejas y las cortinas», y aconsejó «la caridad y la oración» contra la mundanidad.
Al terminar el discurso, el papa pidió perdón por ser un poco «folclórico» y no haber hablado de cosas teológicas y haberlas hablado «como a niñas». «Ojalá fuerais siempre niñas en el espíritu», agregó.
«He preferido no hablarles de teología sino de mi experiencia con una santa», dijo el pontífice.
En este acto, Francisco pudo saludar a una familia que perdió a varios de sus miembros por un brote de sarampión que, desde abril de 2018 a abril de 2019, causó 1.200 muertes en el país.
La jornada de hoy continuará con un encuentro con los obispos en la catedral y una vigilia con los jóvenes.
EFE/Fotos EFE