VATICANO.- “Es el momento de la verdad, Aunque nos humille y dé miedo”, señaló el papa Francisco al pedir pasar de la retórica a medidas concretas y eficaces durante la cumbre contra los abusos de sacerdotes pedófilos y trabajar en un cambio de paradigma.
Previamente Francisco entregó un documento inicial de 21 puntos a los 190 participantes de la cumbre donde escucharon escalofriantes grabaciones con denuncias de abusos sexuales.
Asimismo los testimonios de un sacerdote violado cuando era un adolescente y un menor al que volvieron loco. “Lo primero que hicieron fue tratarme de mentiroso, darme la espalda y decir que yo y otros éramos enemigos de la Iglesia”, señaló el religioso.
La jerarquía eclesial agotó el surtido de mecanismos para seguir encubriendo los crímenes sexuales cometidos sobre sus fieles durante décadas. Hombres y mujeres a quienes sus abusadores descuartizaron el futuro y que descubrieron el significado del mal entre los bancos de una Iglesia.
Como la africana con cuyo testimonio comenzó este jueves la histórica cumbre sobre la pederastia en el Vaticano y que fueron obligados a escuchar en el salón del sínodo del aula Paolo VI los 190 líderes religiosos que aguardaban el discurso inaugural del Papa.
Experiencias terroríficas, también las de los cientos de activistas llegados a Roma estos días, tapadas impunemente por obispos cuyas diócesis, representadas en la sala a través de 114 presidentes de Conferencias Episcopales, construyeron un histórico muro de silencio.
Luego el Papa, en un discurso breve y austero, admitió lo que durante meses le reprocharon las víctimas. “El santo pueblo de Dios nos mira y no solo espera de nosotros simples y obvias condenas, sino todas las medidas concretas y eficaces que se requieran. Hace falta ser concretos”, lanzó ante el auditorio repleto de solideos morados. (ECHA. Agencias)