ROMA.- El Papa pidió a su colaborador, el sacerdote italiano Pierluigi Giroli, que lea en su lugar la catequesis de la audiencia general que ha presidido en la plaza de San Pedro y ha asegurado ante los fieles que todavía arrastra un «resfriado».
«Queridos hermanos y hermanas, todavía estoy resfriado y no puedo leer bien el catecismo, lo leerá un ayudante mío», ha señalado Francisco ante los 6.000 fieles reunidos esta miércoles en la Plaza de San Pedro. El Pontífice, de 87 años, que el pasado miércoles se sometió a varios controles médicos por una leve gripe, reveló el pasado sábado que padecía una «bronquitis» y pidió nuevamente a un colaborador que leyera su discurso.
En el aula de las Bendiciones del Palacio Apostólico, frente a los magistrados vaticanos para la inauguración del año judicial, Francisco tuvo que interrumpir varias veces su alocución por los ataques de tos. Por eso, acabó pidiendo a su colaborador monseñor Filippo Ciampanelli, funcionario de la Secretaría de Estado, que leyera el discurso que había preparado, tal y como hizo en días anteriores.
«Les agradezco a todos ustedes, yo he preparado un discurso, pero sientan mi incapacidad de leerlo por la bronquitis», admitió el Papa.
En todo caso, Francisco ha cumplido con todos los compromisos que tenía previstos esta semana.
Europa Press