PARÍS.- El Ayuntamiento de París rindió hoy un homenaje a las víctimas de la dictadura argentina y alabó el papel de las Abuelas de la Plaza de Mayo en la lucha para combatir la represión y para mantener la memoria, condición para que hechos así no se repitan.
En un acto en presencia de la presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela de Carloto, el adjunto de la alcaldesa de París y responsable de relaciones internacionales, Patrick Klugman, insistió en cómo esa organización «puede hacer plegar la peor dictadura».
La otra gran lección de Carloto y de las otras madres y abuelas de desaparecidos que se han movilizado en estas cuatro últimas décadas ha sido, para Klugman, «la lucha contra el olvido», importante para que no pueda repetirse algo que vienen combatiendo durante ese tiempo.
El alcalde del distrito IV de París, Christophe Girard, que hizo de anfitrión de la ceremonia, dijo que era «muy emocionante acoger a Estela» de Carlotto, que es «una de las grandes lecciones que debemos conservar» por la «determinación» que ha demostrado.
«París tiene el deber de celebrar a todos los que luchan contra la barbarie en todas sus formas», señaló Girard, que también se refirió a lo importante que resulta el trabajo de memoria para que «las nuevas generaciones aprendan lo que es la dictadura».
Sobre esa última cuestión, la presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo manifestó una cierta inquietud por las últimas evoluciones políticas en su país: «hay vientos un poco preocupantes si dejamos de lado estas historias».
Sin dar precisiones ni poner nombres, se quejó de que «no todos quieren que recordemos» que la dictadura se tradujo en 30,000 desaparecidos, por «ignorancia» o por «mala fe» y advirtió de que «pretender el olvido es el riesgo de la repetición».
«Tenemos la democracia más larga de nuestra historia. Tenemos que defenderla», subrayó Estela de Carlotto, que se refirió a las demandas dirigidas al presidente, Mauricio Macri, para que continúe con las políticas de Estado orientadas a defender la justicia y la memoria por los delitos de lesa humanidad.
Momentos antes, el jefe de cancillería de la embajada argentina en Francia, Darío Celaya, había asegurado que la defensa de los Derechos Humanos «constituyen una política de Estado» en su país y además «son un elemento central de la relación franco-argentina».
Estela de Carlotto, tras recordar que «Francia ha sido un país muy amigo de las organizaciones de Derechos Humanos de Argentina», reiteró la idea de que su organización va a seguir plenamente activa porque a las abuelas les «faltan por encontrar centenares de nietos todavía».
En esa misma línea estuvo también la diputada uruguaya Macarena Gelman, hija de dos desaparecidos de la dictadura argentina y nieta del poeta Juan Gelman, que afirmó que van «a continuar esta tarea hasta encontrar al último hermano».
Macarena Gelman se refirió al 40 aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 con el que comenzó la dictadura argentina, y que marcó también el inicio del Plan Cóndor coordinado por las dictaduras sudamericanas de la época para reprimir conjuntamente a sus opositores.
Y terminó con un recordatorio «a esos 30,000 desaparecidos que hoy más que nunca están presentes».
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