ROMA.- El líder del Partido Demócrata italiano (PD, centroizquierda), Nicola Zingaretti, celebró hoy sus resultados en las elecciones regionales del domingo y la derrota del ultraderechista Matteo Salvini, fruto de su estrategia de renovación tras años de divisiones y derrotas electorales.
«Es la victoria de una estrategia política: con un partido unido pero no sectario (…) Debemos apostar por el PD sin arrogancia, cerrazón o sectarismo, abiertamente, porque la unidad hace más creíble nuestra propuesta política», afirmó Zingaretti en una rueda de prensa.
El PD ha logrado mantener su histórico bastión de Emilia-Romaña (norte), donde la izquierda gobierna desde hace setenta años y donde ha sido el primer partido en solitario con un 34,69 % de los votos, seguido por la Liga de Salvini, que alcazó el 31,95 %.
También es la fuerza más votada en solitario en la otra región donde se votaba, Calabria (sur), con un 15,19 % de las papeletas, aunque pierde su gobierno al verse superado por la coalición de derechas liderada por Forza Italia, del ex primer ministro Silvio Berlusconi.
Zingaretti, secretario del PD desde marzo de 2019, recordó la situación en la que se encontraba el partido tras las generales de 2018, cuando perdió el Gobierno y obtuvo un 19 % de los votos.
Aquellos comicios derivaron en un Gobierno entre el Movimiento 5 Estrellas (M5S, populistas) y la Liga de Salvini, mientras que el PD se sumía en una profunda crisis y sufría 2 escisiones, la más sonora la de Matteo Renzi, que dejaba el partido para fundar «Italia Viva».
Los buenos resultados en Emilia-Romaña y Calabria se deben a su parecer a esta estrategia suya de recomponer la formación y, por eso, abogó por afrontar un «proceso de renovación» para seguir saneándola.
Pero sobre todo advirtió que es «muy importante» la construcción de un «campo unido» de fuerzas progresistas para «dar la batalla», pues es así cómo la derecha les ha arrebatado Calabria.
El M5S, el gran derrotado en estas regionales, se mantiene en el Gobierno gracias al apoyo del PD, del partido de Renzi y de la izquierdista «Libres e Iguales», coalición surgida tras la salida de su anterior socio, Salvini, el pasado agosto.
Zingaretti apostó por que el PD siga en el Ejecutivo pero cree que se debe inaugurar una «nueva fase» de prioridades, y en este sentido manifestó que el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, elabora ya una agenda de temas a tratar hasta el final de la legislatura, en 2023.
Y es que la batalla solo acaba de empezar, pues en 2020 se celebrarán elecciones en seis regiones: Liguria, Véneto (norte), Toscana, Las Marcas (centro), Campania y Apulia (sur). EFE
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