Pashinián, de periodista y líder de revolución en Armenia a primer ministro

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EREVÁN.- Nikol Pashinián, que en sus orígenes ejercía de periodista, se dio a conocer en el mundo entero cuando en abril pasado lideró las masivas protestas antigubernamentales en Armenia. Asumió el mando del país caucasiano y este domingo las urnas le legitimaron ampliamente como primer ministro.

El pasado 1 de noviembre Pashinián convocó elecciones parlamentarias anticipadas, dado que necesitaba acabar con la dualidad del poder creada tras la revuelta popular.

Su fuerza en el Parlamento contaba con tan solo 9 escaños, frente a los 50 del Partido Republicano.

En el país era ya antes de la «revolución de terciopelo» de abril un rostro familiar como opositor: fue uno de los líderes de las sonadas manifestaciones contra el gobierno de hace diez años.

En primavera volvió a liderar unas protestas que acabaron con el entonces hombre fuerte de Armenia, Serge Sargsián.


Nikol Pashinián, que en sus orígenes ejercía de periodista, se dio a conocer en el mundo entero cuando en abril pasado lideró las masivas protestas antigubernamentales en Armenia.

Incluso después de forzar la dimisión de Sargsián, dos veces primer ministro y presidente de Armenia de 2008 a 2018, Pashinián, de 43 años, prosiguió con su cruzada particular contra el poder, al explicar que su objetivo no es una sola persona, sino todo el «sistema corrupto» que impera en Armenia.

A lo largo de su carrera política, el parlamentario nunca tuvo reparo a la hora de criticar abiertamente a las autoridades, a las que responsabilizaba de la caída del nivel de vida de la población y la creciente emigración del país.

Periodista de formación, Pashinián trabajó en varios medios de comunicación armenios durante la década de los 1990 y 2000, llegando a dirigir varios de ellos.

Es considerado un hombre trabajador y una de sus creaciones, el periódico Haykakan Zhamanak (El Tiempo de Armenia) llegó a convertirse en uno de los medios más populares en el país.

Su trabajo como periodista le ayudó a generar un estrecho contacto con políticos y a adquirir un conocimiento profundo de los procesos políticos y de las tendencias sociales en Armenia.

Todo ello le dio a Pashinián una ventaja en su lucha contra el sistema.

En las elecciones presidenciales de 2008, Pashinián apoyó la candidatura del primer presidente armenio, Levón Ter-Petrosián, quien perdió los comicios ante el entonces primer ministro Sargsián.

Las acusaciones de manipulación del resultado de los comicios desembocaron en masivas protestas, lideradas, entre otros, por Nikol Pashinián.

Esta fue la primera vez que Pashinián se dio a conocer ampliamente.

Sin embargo, las movilizaciones de 2008 no tuvieron éxito: fueron reprimidas por las fuerzas policiales, cuya intervención se saldó con la muerte de 10 personas.

En relación con estos acontecimientos, Pashinián fue declarado en busca y captura.

En 2009, el opositor se entregó a la Justicia y al año siguiente fue condenado a siete años de prisión.

Sin embargo, al año siguiente Pashinián salió en libertad gracias a una amnistía declarada por el 20º aniversario de la independencia de Armenia.

Desde 2012 es miembro del parlamento armenio, donde llegó a formar parte de distintas formaciones opositoras.

En 2017, Pashinián creó y encabezó la formación opositora «Yelk» (Salida), que estaba hasta ahora representada por nueve diputados en la Asamblea Nacional.

Como diputado, continuó criticando la política del gobierno, culpándolo del deterioro de la situación económica en el país.

En abril de este año, Pashinián volvió a desafiar al gobierno al declarar una «revolución de terciopelo» en Armenia tras la elección de Sargsián como primer ministro del país después de sus dos mandatos de cinco años como jefe del Estado.

Con miembros del movimiento opositor «Mi paso», creado por Pashinián, comenzaron su singular protesta contra el gobierno a finales de marzo con una caminata desde la segunda ciudad del país, Guiumri, en dirección a la capital, Ereván, donde se les unieron decenas de miles de personas.

En menos de un mes, Pashinián se convirtió para muchos en un «héroe nacional» y símbolo del renacer armenio.

Según el propio Pashinián, comparado a menudo con el revolucionario Che Guevara, sus reclamaciones contra el gobierno fueron secundadas por el 90 % de la población armenia y de ahí el éxito de las movilizaciones por todo el país en las que participaron centenares de miles de personas.

«Yo hablo en nombre del pueblo armenio», sostuvo entonces Pashinián, quien votó este domingo por una Armenia «libre, fuerte y feliz».

EFE/Foto: sputniknews.com

 

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