La cantante mexicana Paulina Rubio presentó este viernes «De Qué Sirve», un nuevo sencillo con el que cierra el año y tras una gira por Estados Unidos que la ha devuelto otra vez a ser «una gitana de la música».
«Soy una gitana de la música. Me encanta estar de nómada, me encanta ir con mi tribu por todo el mundo y la verdad es que disfruto mucho el directo», aseguró la cantante en una entrevista con Efe en Miami.
Después de su gira «Deseo Tour», que la llevó por diez ciudades estadounidenses, entre ellas Los Ángeles, Houston y Nueva York, la llamada «Chica Dorada» dice que «quiere más» y por eso completa un 2019 con una nueva canción, una «de amor definitivo y autobiográfica», y además en tono ranchero.
El nuevo sencillo, el segundo que lanza este año, relata la historia de un desamor en la que cambia el ritmo de reguetón de su anterior tema, «Si Supieran», por una ranchera con tintes pop.
Así, la cantante vuelve a sus raíces mexicanas, a su amor por sus compatriotas Juan Gabriel, José Alfredo Jiménez, Pedro Infante o Los Tigres del Norte, si bien asevera que cómo artista «no tiene por qué limitarse» dado que su música «no tiene género».
«Creo que la música es un lenguaje universal. Todos los artistas deberíamos de pensar que no existen los géneros, que la música es infinita y que las mezclas son parte de la generación o de la degeneración misma del ser humano», afirmó.
«De Qué Sirve» es además el segundo sencillo que publica desde que rompió su relación con la discográfica Universal Music Latin Entertainment, y revela que cada dos o tres meses planea sacar una nueva canción amparada en «la libertad» que otorgan las plataformas digitales.
«La tecnología, las plataformas, el ‘streaming’ te da mucha libertad y eso es lo que yo he ganado gracias a mis fans, a su lealtad y a su cariño», recalcó la cantante.
Con más de 20 millones de álbumes vendidos en todo el mundo, Paulina empezó en la industria musical en la década de los 80 con el grupo Timbiriche, un suceso en México y América Latina, tras lo cual emprendió su andadura en solitario con el álbum «La Chica Dorada» (1992), un disco que de paso le dio su sobrenombre artístico.
«Estoy viviendo mi sueño. Si yo le contara a Paulina hace veinte años lo que está sucediendo, lo único que le podría decir es: ‘Disfruta y no te imaginas lo que viene'», señaló.
Siete veces nominada al Latin Grammy, destaca que desde sus comienzos su propuesta musical es «ecléctica» y no tiene un género definido.
«Yo puedo hacer pop, rock, una balada, algo más urbano o algo más ranchero. Yo creo que Paulina siempre se ha diferenciado por hacer diferentes cosas y esto fue lo que dictó mi corazón», ahondó.
En ese sentido, para ella la clave del éxito «no está en la suerte», sino «en la determinación, en la constancia y en el talento definitivo».
La cantante se atrevió con los platós de televisión en calidad de juez para los programas «The X Factor», en Estados Unidos, y «La Voz», en España y México, y aseguró que estos proyectos «la han ayudado mucho como profesional y como persona».
Este 2019 que empieza a despedirse ha sido un buen año, señaló, de «mucha energía, mucha determinación, mucha disciplina y sobre todo mucho trabajo físico», motivado en por su «Deseo Tour», que arrancó en San José (California) y en el que ofreció un repertorio de unas 30 canciones.
Reconoce que durante las giras la conciliación familiar «es complicada», pero sus prioridades «han cambiado mucho» y en ese sentido su «familia y la música son lo más importante».
La cantante se confiesa «ansiosa» por lo que vendrá en el 2020, un año en el que se volcará a una nueva gira de conciertos y además grabará una «gran colaboración» de la que por ahora no puede revelar nada.
Mientras tanto, y con la mirada puesta en los días de descanso junto a su familia durante las fiestas navideñas, disfruta el presente, «porque el aquí y ahora es lo que te da la felicidad», dijo.
EFE/Alberto Domingo Carreiro
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