El fiscal supremo Pedro Chávarry afirmó que no cometió ningún delito o infracción constitucional y que se le maltrata mediáticamente, cuando siempre actuó fuertemente contra la corrupción.
«Quiero recalcar y decirles que no he cometido ningún delito, que no he cometido ninguna infracción constitucional que me han atribuido y que me motiva a presentarme ante ustedes», precisó ante la Comisión Permanente que lo recibió para escuchar su defensa frente al informe que recomienda destituirlo e inhabilitarlo de la función pública por su vínculo con la organización criminal los Cuellos Blancos del Puerto.
Flanqueado por sus dos abogados, Chávarry aseguró que grupos ligados a la organización terrorista Sendero Luminoso y de la organización delictiva de Rodolfo Orellana buscan «aniquilarlo» como magistrado, pues como fiscal investigó a los miembros de ambos grupos.
Asimismo, enfiló contra el Instituto de Defensa Legal (IDL) al que acusó de colaborar con las acusaciones en su contra.
Sostuvo también que el Presidente de la República, Martín Vizcarra, se molestó con él porque decidió reabrir la investigación del aeropuerto de Chinchero.
«Por eso no me perdona», refirió.
Además, sostuvo que el Club de la Construcción nunca pudo «ganar su silencio».
Cuestionó que el Congreso plantee sancionarlo, cuando siempre luchó contra la corrupción; mientras que al fiscal José Domingo Pérez, quien calificó de guerrilleros a los miembros de Sendero Luminoso, le permiten criticarlo y hasta ordenar que lo aparten del Ministerio Público.
En otro momento, expresó que el Gobierno no tiene que incomodarse por su trabajo, porque siempre fue «independiente» y «apolítico», y siempre defendió la institucionalidad del Ministerio Público.
Ante la Comisión Permanente de mayoría conformada por las bancadas de Fuerza Popular y el Apra, Chávarry criticó el accionar del equipo especial del Ministerio Público para el caso Lava Jato en las indagaciones a Keiko Fujimori, Alan García y Susana Villarán.
Respecto a Fujimori, Chávarry Vallejos agregó que no tiene sentido que Keiko Fujimori afronte 36 meses de prisión preventiva «sin haberse probado que recibió dinero de alguien».
«Con ello iba mi trabajo, no para defender a alguien, sino para defender la presunción de inocencia, porque no se puede encerrar a alguien sin pruebas, eso es muy grave», agregó tras cuestionar que se le haya obligado a usar el chaleco de detenido de la Policía Nacional.
En ese sentido, opinó que hubo un trato diferenciado con lo ocurrido con la exalcaldesa de Lima Susana Villarán, a quien solo le dieron 18 meses de prisión preventiva y quien recibió 10 millones de dólares, lo que le causó «molestia» por la falta de ponderación en el tratamiento de ambos casos.
Criticó, igualmente, la decisión de allanar la vivienda del expresidente Alan García en Semana Santa, cuando pudo haberse procedido a ejecutar las diligencias el día en que el líder aprista tenía previsto acudir a una diligencia fiscal.
También calificó de «entreguista» el acuerdo suscrito entre el Ministerio Público y la empresa Odebrecht, y justificó el pedido que formuló al fiscal Rafael Vela para que le informara los detalles de ese convenio.
Chávarry enfiló sus críticas contra el fiscal José Domingo Pérez, a quien acusó de criticarlo constantemente sin respetar las jerarquías en el Ministerio Público. (Andina)
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