PEKÍN.- El periodista chino Li Xin, que desapareció hace más de dos semanas en Tailandia cuando trataba de huir del país, ha reaparecido en custodia en China y se encuentra bajo investigación.
El investigador Patrick Poon de Amnistía Internacional (AI) confirmó hoy a Efe que Li está en «alguna parte de China», si bien se desconoce dónde.
Según explicó Poon, la policía local de Chengguan en la provincia central de Henan, de donde es originario Li, pidió el miércoles a su mujer, He Fangmei, que fuera a comisaría para recibir una llamada de Li.
Al parecer, en esa conversación Li le explicó que había ido «voluntariamente» a China y que estaba bajo investigación, sin que haya trascendido por qué.
Su situación recuerda a la de otros ciudadanos chinos que también desaparecieron en Tailandia u otros países, cuando estaban de viaje o en busca de asilo político, y que reaparecieron en China bajo custodia y sin que las autoridades -de uno u otro país- dieran explicación alguna.
Li, editor de un periódico de la provincia sureña de Cantón, huyó primero a la India cuando no pudo más con la presión que ejercían las autoridades sobre él, que le obligaron a espiar a gente y a conseguir información.
El periodista y, en ocasiones, activista, consiguió luego llegar a Tailandia en su intento de conseguir asilo y desapareció en la frontera con Laos, según explicó a Efe el exlíder estudiantil de las protestas de Tiananmen de 1989 Zhou Fengsuo, por correo electrónico.
Li contactó con Zhou para que le ayudara a exiliarse, como lo ha hecho con otros disidentes y personas mal vistas por el régimen.
Una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, rechazó la pasada semana conocer el caso cuando se le preguntó en rueda de prensa por la desaparición del periodista y por los temores de amigos y allegados de que hubiera sido «secuestrado por las autoridades chinas».
El gobierno de Pekín tampoco ha dado explicaciones por el muy similar caso de Gui Minhai.
Gui, librero de origen hongkonés y pasaporte sueco que trabaja para una editorial que publica libros críticos con el régimen, desapareció a mediados de octubre durante un viaje a Tailandia y reapareció por sorpresa en la televisión china CCTV en enero.
En la emisión del telediario de esta cadena estatal, controlada por el gobierno, se pudo ver a Gui afirmando que se entregó a las autoridades chinas para «rendir cuentas» por un crimen que supuestamente cometió hace años.
La aparente colaboración de Tailandia con China en estos y otros casos muestra que la persecución del gobierno chino ha cruzado fronteras, lo que preocupa gravemente a organizaciones en defensa de los derechos humanos.
EFE/Foto: clasesdeperiodismo.com