Aplicar políticas medioambientales e innovadoras es la apuesta del periodista paraguayo Leonardo Rubin para desbancar al gobernante Partido Colorado en las elecciones de 2018, a las que se presenta como candidato a la Vicepresidencia por la alianza del Partido Liberal (PLRA) y el Frente Guasu (izquierda).
Rubin, quien representa al Frente Guasu en la alianza opositora llamada Gran Alianza Nacional Renovadora (Ganar), subrayó en una entrevista a Efe en Asunción que su aportación personal al programa conjunto es la lucha contra la deforestación y defensa de los temas indígenas, temas habituales en su programa en la ondas paraguayas.
«Estoy muy preocupado por el tema de la deforestación. Paraguay es el país con mayor deforestación prácticamente en el mundo si tomamos en cuenta el número de habitantes. Y al mismo tiempo, somos el país que produce más agua dulce por habitante en el mundo, lo mismo que energía limpia y renovable», afirmó Rubin.
«Estamos viendo cómo se destruyen nuestros bosques de una manera inmensa. Hablamos de un ritmo de 25.000 hectáreas al mes y eso son dos veces la ciudad de Manhattan (EE.UU.) por mes. Es una barbaridad», agregó.
En ese contexto, Rubin planteó la creación de un ministerio del Ambiente y del Agua, un departamento que no existe en un país que dispone de la hidroeléctrica de Itaipú, compartida con Brasil y la que más energía limpia genera del mundo, además de Yacyretá, compartida con Argentina.
«En un país como Paraguay rico en agua no hay un ministerio que se dedique al agua», señaló Rubin.
Sus aspiraciones pasan por hacer de Paraguay un país referente en el uso del agua y hacerlo a través de energías limpias y renovables.
«El otro (punto programático) tiene que ver con la innovación tecnológica, con el internet, con el software libre, la economía colaborativa… Hablarle a la gente joven que están desmotivadas y que hay en este país», dijo el candidato.
Otros temas que le gustaría abarcar si llega al Ejecutivo serían los impuestos a la soja o a la ganadería, no porque tenga «algo en contra» de los empresarios de estos sectores, sino porque lo único que quiere es que «se cumplan las leyes ambientales».
«En Paraguay se paga un 1 %, ese es el impuesto inmobiliario (rural) y se paga por el valor fiscal, que no tiene nada que ver con el valor real. Hay gente que paga el equivalente a 20 centavos de dólar por hectárea cuando eso cuesta 10.000 o 15.000 dólares, y eso es inadmisible», afirmó Rubin.
«Si lográsemos que la gente pague lo que corresponde, estaríamos hablando de una recaudación de 300 millones de dólares por lo menos al año», añadió.
Pero todo ese proyecto pasa porque el matrimonio entre el PLRA y el Frente Guasu se mantenga unido tras esta reconciliación, seis años después de que los liberales votaran a favor de la destitución del expresidente Fernando Lugo (2008-2012) en un juicio parlamentario.
Entonces, la fórmula era a la inversa, con Lugo como presidente y los liberales en la Vicepresidencia, lo que causó un divorcio que todavía ha dejado «heridas que son difíciles de sanar», dijo Rubin.
«Nosotros dijimos «vamos a liberarnos de lo que no nos une y vamos a ver qué nos une». Lo primero que nos une es este país que se está cayendo a pedazos desde el punto de vista de los valores», afirmó.
Esta alianza conlleva la suma de fuerzas entre Rubin como candidato, ya oficial, a vicepresidente; más el candidato a presidente que salga de las elecciones internas en el PLRA el próximo 17 de diciembre, principalmente disputadas entre el presidente del partido, Efraín Alegre, y el excongresista, Carlos Mateo Balmelli.
«A partir de que haya un candidato (a la Presidencia por el PLRA) habrá un equipo de seguimiento de estos ejes programáticos», indicó.
Este sistema de seguimiento está basado, según explicó Rubin, en el tribunal ético de la coalición Frente Amplio, que gobierna en Uruguay y está integrado por diferentes movimientos y partidos progresistas.
«Ellos tienen una especie de tribunal ético y a mí me encanta eso. Es como decir que vamos a ver qué están haciendo nuestros funcionarios, desde el presidente para abajo, ministros, vicepresidente, alguien en instituciones importantes… A estas personas les vamos a estar haciendo el seguimiento», agregó. EFE