Perú evitó la producción de 240 toneladas de cocaína gracias a la destrucción en el 2017 de más de 25,000 hectáreas de cultivos ilegales de hoja de coca, materia primera para elaborar esta droga, según datos del Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivos Ilegales en el Alto Huallaga (Corah).
El director ejecutivo del Corah, Roberto Villar, indicó hoy en una conferencia con la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú (APEP) que este año su organismo ya ha erradicado más de 20,000 hectáreas y están próximos a llegar a la meta que se habían fijado para final de año, que es de 25,000 hectáreas.
Estas operaciones se han centrado en la selva central del país, especialmente alrededor de las ciudades de Tingo María, Aguaytía y Pucallpa, en las regiones de Huánuco y Ucayali, donde también han destruido este año 52 laboratorios clandestinos para transformar las hojas de coca en cocaína.
Villar indicó que todavía no se realizan labores de erradicación en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), la mayor cuenca cocalera del país, porque no se dan las condiciones de seguridad necesarias, ya que la zona aún está parcialmente controlada por los remanentes del grupo armado Sendero Luminoso.
En ese sentido, el jefe de la Dirección Antidrogas (Dirandro) de la Policía Nacional del Perú (PNP), Héctor Loayza, comentó que la lucha contra el narcotráfico en el Vraem se centra fundamentalmente en los decomisos de las partidas de cocaína que salen de la zona.
Loayza señaló que el 90% de la cocaína decomisada en este año, parte de las más de 40 toneladas de drogas incautadas en el 2018, procede del Vraem.
Asimismo, el general de la Policía apuntó que el kilo de cocaína en el Vraem vale 1,200 dólares, precio que aumenta al salir del país en función de la vía por la que se exporte, pues llega a los 1,800 dólares si sale en una «narcoavioneta», a los 2,000 dólares si lo hace por vía terrestre o a los 3,500 dólares si es por vía marítima.
El Vraem, que abarca de manera parcial a cuatro regiones de Perú (Ayacucho, Cusco, Huancavelica y Junín), es una extensa área de la vertiente oriental en el sur de los Andes peruano bajo constante control militar.
Perú está considerado actualmente como el segundo productor mundial de cocaína, por detrás de Colombia, con una producción de alrededor de 400 toneladas anuales, según las últimas estimaciones oficiales, droga que en su mayor parte va hacia Estados Unidos, Europa y Brasil.
EFE/Foto: inforegion.pe