La República de Panamá traspasó hoy al Perú la presidencia del proceso de Cumbres de las Américas para que el país andino comience a preparar la cita continental del 2018, después del histórico encuentro del año pasado en el que participó Cuba por primera vez.
La ceremonia de traspaso tuvo lugar hoy en la sede de Washington de la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo que actúa como secretaría técnica del proceso de Cumbres.
El embajador panameño ante la OEA, Jesús Sierra, ofreció la colaboración de su Gobierno a Perú para preparar la octava cumbre en el 2018, que se celebrará en Lima.
«La séptima fue una cumbre histórica donde fueron invitados todos los jefes de Estado de los 35 países del continente, y donde dialogaron directamente los líderes de países que habían mantenido diferencias por más de cincuenta años», afirmó Sierra.
Cuba, a invitación de Panamá, asistió por primera vez en abril del año pasado a una Cumbre de las Américas y el encuentro de su presidente, Raúl Castro, y el de Estados Unidos, Barack Obama, certificó el proceso de normalización de relaciones entre ambos países iniciado cuatro meses antes.
El embajador de Perú ante la OEA, Luis Juan Chuquihuara, saludó hoy la incorporación de Cuba al «único espacio de diálogo a nivel de jefes de Estado en el que se reúnen todos los países del hemisferio» y consideró su incorporación «un signo importante de los nuevos tiempos que deben avecinarse, que es el de poner fin a las exclusiones».
Cuba no había participado nunca en estas cumbres que reúnen desde 1994 a los mandatarios de los países que integran la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo que suspendió a la isla en 1962 y que revocó esa decisión en 2009, si bien el país caribeño no ha solicitado el reingreso.
Según el embajador peruano, su Gobierno quiere que la próxima cita continental se enfoque «en un tema que genere consensos» y no en los asuntos divisores.
El secretario general adjunto de la OEA, Néstor Méndez, representó al organismo en la ceremonia de traspaso, puesto que el secretario general, Luis Almagro, está de viaje en Brasil para mostrar su apoyo a la presidenta del país, Dilma Rousseff, ante el proceso político que amenaza con apartarla de su cargo.