Treinta años después de su muerte, Perú ensalza la soledad, el hermetismo y la genialidad de Martín Adán (1908-1985), uno de sus poetas brillante y poco leído, con una exposición sobre su obra y un recorrido guiado por los lugares de Lima que marcaron la vida del controvertido autor.
La muestra «Todo menos morir. Soledad y genio de Martín Adán» se encuentra en la Casa de la Literatura Peruana desde octubre de 2015 y permanecerá hasta el 7 de febrero para conmemorar el aniversario de su muerte con una recopilación de primeras ediciones, objetos personales, fotografías, pinturas y testimonios.
La exhibición pretende llevar la poesía de Adán a una nueva generación de lectores, más allá de los mitos, leyendas, anécdotas y singularidades de su vida, como las estancias voluntarias en el manicomio, sus borracheras, su supuesta homosexualidad y su encuentro con el poeta estadounidense Allen Ginsberg, contaron a Efe sus curadores Daniel Contreras y Herman Schwarz.
Contreras explicó que el puente escogido para llegar a la poesía de Adán fue La Casa de Cartón, su opera prima y su única obra en prosa, escrita con 16 años, y por la que fue considerado un genio.
En homenaje a La casa de cartón hay expuestas pinturas y dibujos inspirados en esa novela, como diez cuadros del peruano Enrique Polanco que escenifican las pormenorizadas descripciones de Adán, además de paneles de cartón que narran la vida del poeta, cuyo nombre real era Rafael De la Fuente.
«Luego el tiempo nos dio otra versión de él: una persona muy apartada del circuito social y de las multitudes. Prefería estar solo, apartado y escribiendo», dijo Contreras para referirse a la época en que escribió su poesía más valiosa, como «Travesía de extramares», «Escrito a ciegas» y «Diario de poeta».
Entre los objetos exhibidos están las lentes y la máquina de escribir utilizada por Adán en sus últimos años, cuando pasaba más tiempo en hospitales que en bares.
También hay retratos tomados por el español Baldomero Pestana a petición de su editor Juan Mejía Baca, por el escritor peruano José María Eguren, a quien el poeta consideró su primer amigo literario; y por el chileno Manuel Casals.
El fotógrafo Herman Schwarz comentó a Efe que la «tremenda soledad» del poeta es fruto de su genialidad, ya que «él siempre remarcó que no escogió estar vivo, pero sí escogió ser poeta».
«Haber mantenido un pseudónimo toda su vida dio pie a esta especie de esquizofrenia entre el lado creativo y el marginal», recordó Schwarz.
Schwarz expone un ensayo fotográfico con los lugares de Lima más trascendentes para Adán, algunos incluidos en el recorrido guiado que la Casa de la Literatura realizará los dos últimos sábados de enero como parte del proyecto Mapa Literario, que identifica los sitios más importantes en la vida de los grandes autores peruanos.
La investigadora del Mapa Literario, Kristel Best, indicó a Efe que el recorrido comenzará en el centro de Lima, donde está la casa en la que nació Martín Adán, la universidad donde estudió y una serie de bares de los que ya solo queda el Cordano.
La siguiente parada será el hospital mental Víctor Larco Herrera, en el distrito de Magdalena del Mar, donde Adán residió en varios períodos en los que escribió «Travesía de extramares».
El recorrido finalizará en Barranco, «un lugar de iniciación literaria y sentimental» para Adán, según Best, ya que allí conoció a Eguren.
La ruta se diseñó en colaboración con la asociación Isegoria, cuyo proyecto «Barranco de Cartón» trata de destacar la relación de Martín Adán con ese distrito limeño.
«Llamaba mucho la atención que no hubiese nada en sus calles que aludiera a este poeta», dijo a Efe el integrante de ese colectivo Jorge Valverde.
La asociación pintó murales con versos de Adán en las calles de Barranco y pretende destacar la casa del autor, convertida ahora en un bar nocturno, uno de esos en los que seguiría alimentando en soledad su genialidad.
EFE/Fotos: Google