Se tuvo que esperar 36 años para que el fútbol peruano se instale en un mundial, tras una larga cantidad de almanaques para que vuelva a hacer historia y colocarse en la élite de los grandes del fútbol mundial.
Estar Perú en el mundial es ganar el Oscar del cine y no cualquier cosa para darse un baño de gloria que se hace más sublime si en la fiesta rusa los más encartonados como Holanda, Italia, Chile y Estados Unidos estarán ausentes.
Son 32 equipos los que se clasificaron y ese último puesto estaba reservado para el ganador del partido entre peruanos y neozelandeses. Fue Perú el que se hizo dueño de ese puesto y se completó la hazaña que era un imposible al comienzo de la etapa clasificatoria.
Se viene a la mente ese comienzo triste en que no teníamos feeling con la hinchada y menos en el consenso sudamericano como los patitos feos de una eliminatoria que se hizo empinada.
Ya avanzada la eliminatoria había que darse palmadas en el rostro y ser atrevidos para pensar que se debía sacar del camino a Chile, Paraguay y Ecuador, habituales inquilinos en los mundiales. Una tarea difícil pero era esa la realidad.
Luego del triunfo ante Paraguay por 4-1 en Asunción se empezó a creer que se podía rozar la clasificación, con mucho sufrimiento y no pocas humillaciones para llegar a este momento gozoso que lo disfruta todo el país.
Con ese propósito se avanzó paso a paso y acaso otros factores jugaron a favor como el 1-0 de Venezuela a Paraguay o el 3-0 de Brasil a Chile para dejarnos el puesto 5 y jugar el repechaje. Sin olvidar los 3 puntos que nos dio el TAS por la mala inscripción de un jugador boliviano
Otros triunfos claves fueron el 2-1 a Uruguay, el 2-1 a Bolivia y otro 2-1 a Ecuador que proporcionaron los matices de una noche esperada en que había que soltar toda la emoción guardada en estos años se sequía mundialista.
EL FUTBOL BIEN JUGADO
Contra Nueva Zelanda afloró nuevamente el fútbol bien jugado, con la pelota en el piso y el talento que no se vio en la ida contra este mismo rival al que no se le pudo ganar.
Sin embargo en el último esfuerzo se regresó al fútbol para cortar esa racha de España 82 que se le veía como una cosa lograda a la distancia y llegó al fin el momento de cortar la larga espera.
En este momento de euforia los jugadores no perdieron la ocasión de recordar al capitán Paolo Guerrero, quien con sus goles posibilitaron la gesta de estar en el Mundial de Rusia 2018.
Los jugadores peruanos, ahora mundialistas, no dejaron de recordar a Paolo Guerrero. Un buen gesto para el jugador del Flamengo que pasa por un mal momento.