SAN FRANCISCO/Estados Unidos.- Unión, el buque escuela de la Armada del Perú, uno de los veleros más grandes del mundo, atracó este viernes en el puerto de San Francisco, donde permanecerá hasta el próximo martes para que los residentes de esta ciudad del Pacífico de EEUU puedan visitarlo.
El gigantesco barco de cuatro mástiles y 115,75 metros de eslora llegó a las 8 de la mañana hora local (15:00 GMT) al muelle número 17 de la ciudad californiana y podrá visitarse este fin de semana de manera gratuita.
«Pese a tener una tradición marítima centenaria, el Perú no tenía un buque escuela hasta hace cuatro años, cuando encargó Unión, que se construyó en los astilleros de Cádiz (España) y el Callao (Perú)», explicó a Efe el cónsul peruano en San Francisco, Hernando Torres Fernández.
El navío tiene como mascarón de proa una escultura de la artista peruana Pilar Martínez Woodman que representa al inca Tupac Yupanqui, de quien se cree que llegó a la Polinesia en el siglo XV, y en su interior trae una exposición sobre Juan de la Bodega y Cuadra, un marino limeño hijo de españoles que en el siglo XVIII exploró la costa californiana hasta llegar a Alaska.
«Hay una relación muy estrecha entre la Armada peruana y la española», indicó el cónsul del Perú, quien apuntó que en el buque hay 250 personas, entre ellas un oficial de la Marina española y 100 cadetes peruanos, de los cuales 30 son mujeres.
La llegada del velero a San Francisco conmemora el 170 aniversario de la apertura del consulado peruano en la ciudad en 1849, cuando, en plena fiebre del oro en California, cientos de peruanos emigraron allí y pidieron ayuda al gobierno del Perú ante la gran inseguridad que entonces se vivía en sus calles.
El ejecutivo peruano respondió enviando al puerto de San Francisco un buque de guerra con 240 infantes de marina para protegerles y en el que también viajó el que sería el primer cónsul peruano en la ciudad.
Además de proteger a los emigrantes peruanos, el capitán del navío y el alcalde de San Francisco acordaron que los soldados también patrullasen las calles de la urbe durante algunos meses para ayudar en las tareas de seguridad.
EFE