Mientras vibraba con cada gol de nuestra Selección Peruana, con las atajadas de Pedro Gallese, las arremetidas del tridente ofensivo del mediocampo de André Carrillo, Christian Cueva y Edison Flores, el pundonor de Luis Advíncula, Miguel Trauco, Renato Tapia y Yoshimar Yotún, la lucha muchas veces solitaria de Paolo Guerrero. Mientras transitaba de la emoción que me regalaba el score, siempre con Perú en ventaja, a los nervios frente a los ataques chilenos, en esos momentos cuando observaba a la zaga blanquirroja y a su portero sofocando los esfuerzos de Chile, me preguntaba: ¿Cuándo cambiamos tanto? ¿Por qué dejamos tantas dudas en la fase de grupos?
La respuesta es la misma de tantos análisis futboleros en torneos de todo el fútbol mundial, muchos finalistas y campeones comenzaron los certámenes con resultados dudosos y, hasta, malos. ¿Acaso la selección francesa del Mundial Rusia 2018 fue la misma en el partido con Perú que contra Croacia en la final? Nos tenemos que poner de acuerdo en que el punto de inflexión de la Selección Peruana fue la abultada derrota contra Brasil. Perú tocó fondo, y cuando tocas la lona o te levantas a pelear y ganar, o te das por derrotado. El equipo de Ricardo Gareca no es de perdedores.
Ricardo Gareca y esta selección nos han regalado tantas alegrías que ya cuesta decidirse por una en especial. En mi galería de recuerdos tengo la goleada en Asunción contra la selección de Paraguay (en 2016, la que nos reinsertó en la pelea por la clasificación a Rusia), el segundo partido del repechaje ante Nueva Zelanda y la confirmación al boleto mundialista. Aunque ya no podíamos pasar de grupo, me emocionó la victoria contra Australia en una Copa del Mundo. Y, hoy, el pase a la final de la Copa América Brasil 2019.
Es que, sin el menor atisbo de xenofobia, ganarle y golearle a la selección de Chile es como el título de la película de Jack Nicholson: Mejor, Imposible. Lo digo porque futbolísticamente entre Perú y Chile hay una rivalidad en el fútbol, más allá de las tonterías politiqueras. Y, también, es fundamental que se consiga el tres a cero con goles de buena factura, el juego en grupo en que concluyeron los tantos de Edison Flores y Yoshimar Yotún, donde André Carrillo fue importantísimo. Ya el tercero de Paolo Guerrero es justamente el gol de un “guerrero”, la importancia de tener a un delantero de gran nivel.
Gareca estuvo muy atinado en los cambios, porque cuidó a sus figuras del mediocampo que habían hecho un gran trajín y ya sentían dolencias, como Flores, Yotún y Cueva, dándoles énfasis a la recuperación con Christofer Gonzáles, Andy Polo y Josepmir Ballón. Su esquema solidario, eficaz, ofensivo le salió a la perfección. Tanto fue el afán ganador, que Pedro Gallese y su zaga les quitó todas las posibilidades a los chilenos, montando en desesperación a jugadores veteranos como Arturo Vidal, Alexis Sánchez y Eduardo Vargas. Incluso, Vargas tuvo un penal para anotar aunque sea el gol del honor e intenta picar la pelota al arquero aliancista que la ataja. Ni con penal nos anotó Chile.
Lo dije después de la victoria contra Uruguay, hoy no toca hablar de las posibilidades contra Brasil, hoy toca festejar con toda la alegría de ser peruanos y ser felices. Hoy toca brindar con el nombre de cada uno nuestros cracks en cada brindis, con uno especial por ese pelucón argentino que no deja de regalarnos celebraciones. Gracias Gareca, gracias Selección Peruana.
¡Arriba Perú!
Manuel Salazar Ordoñez
Foto: EFE
El primer “Clásico del Pacífico” de la historia fue en 1935 con triunfo peruano