Perú redujo la extensión del área de cultivos de hoja de coca, el principal insumo de la cocaína, a 42.900 hectáreas en 2014, 13,9 % menos que en 2013, según el informe de Monitoreo de Cultivos de Coca difundido hoy por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Después de alcanzar un pico de 62.500 hectáreas en 2011, la estrategia del gobierno peruano se ha orientado, a partir de 2012, a la reducción del espacio dedicado al cultivo con el incremento de las metas anuales de erradicación hasta llegar a la eliminación de 31.205 hectáreas durante el año pasado, señaló el informe presentado por el representante de UNODC para Perú y Ecuador, Flavio Mirella.
Las zonas más grandes de cultivo de coca en el país son el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), con 18.845 hectáreas, mientras que La Convención y Lares, en la región Cusco, tiene 10.342 hectáreas.
Le siguen Inambari-Tambopata con 3.455 hectáreas, Bajo Amazonas con 2.137 hectáreas, el Alto Huallaga con 1.555 hectáreas y el Putumayo con 1.390 hectáreas.
La erradicación de cultivos de coca se incrementó en 31 % respecto al año pasado y la incautación de cocaína subió 40 % en 2014, al reportarse 18,6 toneladas decomisadas.
En tanto, la oferta peruana de hoja de coca seca en 2014 se calculó en 100.840 toneladas, de las cuales 9.000 toneladas corresponden al consumo tradicional legal y 91.840 toneladas restantes se dirigen al narcotráfico.
El presidente ejecutivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Alberto Otárola, afirmó que se trata del año «más exitoso por la drástica reducción del espacio cocalero» debido a la consolidación del modelo peruano, que se basa en políticas públicas para el incentivo de productos agrícolas legales.
EFE / Foto: Andina