En el Foro Retos y Oportunidades a Cinco Años de Vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) China-Perú, los dos países ratificaron en Lima la voluntad mutua de afianzar las relaciones bilaterales.
«La actual coyuntura mundial es muy importante para el desarrollo de las relaciones económicas, comerciales y de cooperación entre nuestros dos países», manifestó en la introducción del foro la embajadora china en Perú, Huang Minhui.
Asimismo destacó «la firme voluntad política y la amplia coincidencia de los dos gobiernos por seguir impulsando el TLC», recordando que si bien a nivel mundial hubo un comportamiento no tan alentador en los últimos tiempos, por los altibajos de los precios en el mercado internacional, China es el principal destinatario de las exportaciones totales peruanas y el primero en colocar productos en el mercado peruano, además de ser el mayor inversionista.
La ministra peruana de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), Magaly Silva, precisó durante su intervención en el auditorio de la coorganizadora del evento, la Universidad del Pacífico, que «como en toda relación humana hay momentos buenos y no tan buenos, pero depende de nosotros, las mismas personas, de las instituciones, que desatemos esos nudos para que no nosotros, sino quienes son agricultores o pescadores, contribuyan a hacer más eficientes las relaciones».
Silva aludía a que desde su portafolio, con un esquema multisectorial, se trabaja para diversificar la producción nacional y no depender únicamente de las exportaciones primarias (extractivas), sino de las exportaciones no tradicionales y dentro de ellas las agropecuarias y pesqueras.
Para ese efecto, destacó que en el caso de China se había llegado a enviar despachos no tradicionales por más de 467 millones de dólares al cierre del 2014, duplicando la cifra de hace cuatro años.
«El reto es que tenemos previsto exportaciones globales no tradicionales por 25 mil millones de dólares en diez años, y en el caso concreto de China continuar trabajando en los rubros sanitario, fitosanitario y de aduanas para incrementar las ventas», señaló.
Agregó que su portafolio elabora el Plan de Desarrollo del Mercado Chino, el cual permitirá que Perú intensifique la promoción del sector exportador, de manufacturas y de servicios en ese gran mercado de consumidores, añadiendo que la relación con China «es estratégica, pues se trata de una economía que lidera el crecimiento global».
En ese sentido, Silva puntualizó que se fortalecerán las Oficinas Comerciales de Perú en Beijing y Shanghai, incluyendo un agregado agrícola para profundizar el acceso sanitario, para dar mayor intensidad a las exportaciones de mango, uva y aguacate, así como los permisos sanitarios de arándanos, granada y lácteos, recordando que hasta la fecha Perú es el primer exportador de pota (calamar gigante) procesada y fibra de alpaca peinada.
En su larga exposición, la titular del Mincetur señaló que el TLC bilateral resulta clave: «Nos permite alcanzar un acceso preferencial en el 94,5 por ciento del universo de productos, incluida la oferta exportable no tradicional».
La representante de la Asociación de Gremios de Productos Agrarios de Perú (AGAP), Ana Deusta, apuntó que el reto que tiene el país sudamericano es incrementar su producción agrícola y pesquera y buscar más oportunidades en un mercado como el chino, cuya demanda de alimentos crece de forma sostenida.
El catedrático y economista Fernando Gonzales-Vigil resaltó que los TLCs, firmados por Perú y en vigencia, vienen cumpliendo con el objetivo de diversificar la producción nacional, dándole valor agregado y, en el caso concreto con China, ha ido evolucionando favorablemente en el tiempo.
Agregó que lo positivo de las relaciones chino-peruanas es que se ha construido una asociación estratégica integral, cuya solidez se sustenta, además, en las inversiones en minería, hidrocarburos, pesquería, telecomunicaciones y otras áreas, incluyendo la presencia de una plataforma del principal banco de China y uno de los cinco más grandes del mundo, el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC).
El ex viceministro de Mincetur y gestor de TLCs Pablo de la Flor expresó que la vigencia del acuerdo comercial Perú-China, que en un principio desató preocupación a nivel interno porque se trataba de dos países emergentes y de economías dispares (una con crecimiento de hasta dos dígitos y otra de uno solo), se debe a que es una política de Estado surgida primero al reconocerse a China como una economía de mercado y luego por las salvaguardas que impuso Perú a la industria textil y de confecciones de China.
Al respecto opinó que «el escenario del TCL nació de una comunidad de intereses mutuos y complementarios, y que a pesar de la desaceleración económica mundial ambos países mantienen un ritmo equilibrado y sostenido a nivel comercial y económico», como que las inversiones chinas son las primeras en Perú, estimadas en 19 mil millones de dólares.
Y en el camino, pese a la resistencia de ciertos sectores, en base al diálogo, la transparencia y la responsabilidad habrán de continuar asentándose en el horizonte, puntualizó.
Según el Mincetur, las exportaciones peruanas a China el años pasado sumaron 6.968 millones de dólares, de los cuales 6.500 millones fueron de carácter tradicional y 468 en el rubro no tradicional, de esté último 107 millones fueron del rubro agropecuario y casi 164 millones en el sector pesquero (sin contar la harina y el aceite de pescado).