RÌO DE JANEIRO .- La Corte Suprema de Brasil incluyó en la investigación de la red de corrupción de Petrobras las confesiones de un senador oficialista que involucró a la presidente Dilma Rousseff, a su predecesor Lula da Silva y al ahora opositor vicepresidente Michel Temer.
En medio de la crisis política, el acérrimo detractor de la mandataria, Michel Temer, impulsor de un juicio político a Dilma Russeff fue incluido en el esquema de corrupción tras las declaraciones del senador Delcidio do Amaral.
Un juez del Supremo Tribunal Federal (STF) el miércoles por la noche, incluir el pedido del fiscal general Rodrigo Janot de incluir en el expediente de la operación Lava Jato ciertos trechos de las declaraciones realizadas en el marco de un acuerdo de «delación premiada».
El vicepresidente Michel Temer, la mandataria Dilma Rousseff y el exJefe de Estado, Lula da Silva, hace meses cuando nada hacía presagiar la tormenta político que los dividió.
El juez también retiró el secreto de sumario sobre los mencionados, sin que ello signifique que el STF abrirá forzosamente una investigación sobre ellos, según precisó la estatal Agencia Brasil.
El domingo pasado la oposición brasileña celebró en la Cámara de Diputados la aprobación del impeachment contra Rousseff , donde Michel Temer figuraba como uno de los principales detractores en un caso donde terminó siendo involucrado.
De acuerdo con las confesiones de Amaral incluidas en los legajos, Rousseff «estaba perfectamente al tanto» del proceso de compra de una refinería en Pasadena (EEUU) que resultó ruinoso para la estatal petrolera Petrobras.
Además, habría nombrado a un juez del STF con el objetivo de trabar las investigaciones de la Lava Jato, conducidas por el juez de primera instancia Sergio Moro.
Lula, por su lado, habría tratado de interferir para que el ex director del Área Internacional de Petrobras Nestor Ceveró desistiese de llegar a un acuerdo de delación premiada con la justicia.
Y Temer habría «apadrinado» el nombramiento de un director de BR Distribuidora, una subsidiaria de Petrobras, en el centro de otro escándalo, relacionado con una presunta compra ilícita de etanol entre 1997 y 2000, durante la presidencia de Fernando Henrique Cardoso.
Todos los mencionados ya habían negado previamente que esas sospechas tuviesen algún asidero, al tiempo que apuntaron contra Amaral por manipular su declaración.
Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), se halla actualmente amenazada por un juicio político que podría terminar con su destitución (impeachment) si es admitido en mayo por el Senado.
En ese caso, la mandataria sería sustituida por el centrista Temer, a quien la jefa de Estado acusa ahora de liderar un «golpe de Estado» institucional.
El ex presidente Lula da Silva también podría resultar implicado en la mega causa por corrupción. (ECHA- Agencias)