El destacado pianista peruano Pablo Sabat Mindreau, director de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil Bicentenario, expresó en una entrevista que cumplirá su sueño al dar por primera vez un concierto en Moscú el jueves 20 de abril.
«¿Qué espero? Primero, atreverme a tocar en Moscú, que siempre ha sido una especie de sueño, poder venir a Rusia y tocar aquí, y encima tocar música rusa», sostuvo uno de los músicos clásicos más versátiles de Perú, quien ha dirigido orquestas y se ha presentado como solista en distintos países de América Latina, Europa y Estados Unidos.
Para su primer concierto en Rusia, que se realizará en el Museo Pushkin de Moscú, Sabat escogió algunas de sus obras preferidas, entre ellas las del húngaro Franz Liszt, del ruso Modest Músorgski, del argentino Alberto Ginastera, del venezolano Moisés Moleiro y del peruano Ernesto López Mindreau, su tío.
En cuanto a Músorgski, Sabat explicó que «siendo (…) tan ruso, es a la vez muy humano».
«Yo no soy ruso pero en el nivel de humanidad en el que Musorgski escribe no solo yo, todos nos podemos identificar, no importa el país, no importa la nacionalidad», puntualizó.
El pianista dijo también que observa cierta semejanza entre la música clásica rusa y la latinoamericana, sobre todo en la música de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, así como en la música más contemporánea, de finales del siglo pasado.
«La sonoridad de (Dmitri) Shostakóvich, por ejemplo, en las orquestas, son cosas que se puede encontrar también en la música latinoamericana, (Ígor) Stravinski también; y la música para piano tiene algunas similitudes también con la música escrita en Sudamérica», detalló.
El intérprete peruano ha actuado junto con solistas como Gil Shaham, Andrei Gavrílov, Sarah Chang, Joaquín Achúcarro, Maurice Hasson, Philip Setzer, Lukas Vondracek y Valentina Lisitsa.
«Siempre es un honor traer a artistas de un nivel internacional, como Pablo Sabat, a una capital de la cultura como Moscú; uno de los objetivos del Gobierno peruano y de la Embajada de Perú en la Federación Rusa es precisamente ofrecer al público ruso que Perú también puede exportar cultura», dijo a esta agencia el consejero José Roberto Rodríguez Bustamante, encargado de los temas económicos, comerciales y culturales de la misión diplomática peruana en Moscú.
Según el diplomático, la primera visita de este músico peruano a Rusia «significa un paso más en acercar culturalmente al Perú y a Rusia».
Intercambios entre Rusia y América Latina
Sabat expresó la esperanza de que haya más intercambios entre los músicos clásicos de Rusia y los países latinoamericanos.
«Yo no diría que hay mucho (intercambio), pero lo que hay es importante y ojalá hubiera más», manifestó.
Relató que recuerda haber visto, cuando estudiaba en Caracas, una orquesta de Moscú dirigida por la famosa directora soviética y rusa Veronika Dudárova.
Señaló además que en Venezuela estudió con un profesor ruso.
«Además, hay en Lima varios profesores rusos, pianistas, hay violinistas: la concertino, la primer violín de la Sinfónica Nacional de Perú (María Foust) es rusa», agregó Sabat.
A su juicio, «podría ser mucho más enriquecedor» si hubiese más intercambios de este tipo.
Superar la crisis de la música clásica
En opinión de Sabat, la música clásica está viviendo hoy en día «una especie de crisis».
«Hay países en los que las orquestas están cerrando; por ejemplo, en Estados Unidos, en Alemania, se han unificado orquestas por problemas económicos, y es un poco que no hay mucho apoyo del gobierno y del sector privado», constató.
Al mismo tiempo, afirmó que esa «puede ser una oportunidad para volver a crecer», indicando que las orquestas deben encontrar nuevas formas de llegar al público y atraer mayor cantidad de gente a los conciertos de música clásica.
«Es difícil, y ahora es toda la cuestión de la música moderna –música pop, música rock– y la cuestión de los medios internet que hacen que la difusión sea más fácil para todos esos otros géneros que para la música clásica», advirtió el pianista, quien confía en que «en algún momento la gente tiene que darse cuenta del valor de la música clásica y volver a prestarle atención como debiéramos».
Sabat llamó a buscar más formas para que la música clásica llegue al público: «debe haber muchas maneras pero todavía no estamos encontrando las correctas».
A modo de ejemplo, dijo que en Estados Unidos se ofrecen conciertos «con charlas, con lecciones».
«Yo no quiero caer en hacer repertorios que sean más fácil de escuchar necesariamente (…) creo que hay que llevar al público hacia arriba y no bajar el nivel de la música a lo que la gente conoce solamente, es que en realidad cada vez es menos», concluyó. (Agencias)