La Policía Nacional del Perú (PNP) detuvo a dos personas y busca en un río caudaloso de la región Cusco el cuerpo de la joven española de origen ecuatoriano Nathaly Salazar, desaparecida desde el pasado 1 de enero mientras visitaba esa zona del sur del país.
Un portavoz policial informó a Efe que los dos detenidos son el dueño y un trabajador de un servicio de transporte rústico elevado similar a un teleférico, que ofrecía a los turistas una visión panorámica del Valle Sagrado de los Incas.
Los dos presuntos implicados fueron arrestados el sábado por agentes del Departamento de Investigación Criminal (Divincri) de la PNP en la localidad de Maras, cercana al sitio que Salazar dijo que iba a visitar el pasado 1 de enero, cuando se comunicó por última vez con su familia en España.
Según la información policial, el 2 de enero la joven llegó al sitio arqueológico de Moray y de ahí se dirigió a Maras, para luego seguir a pie hasta la comunidad campesina de Cacllaracay, donde se ofrecía el servicio de observación a los turistas.
El Valle Sagrado de los Incas se extiende a lo largo del río Vilcanota-Urubamba, al noreste de la ciudad del Cusco, y es una zona campestre preferida por el turismo debido a su menor altitud y clima más cálido que la capital cusqueña.
Los detenidos aseguraron que la joven sufrió un accidente que le causó la muerte, al golpearse mientras usaba el aparato, que consiste en una canastilla sostenida con cables elevados, y que por temor ambos tomaron la determinación de ocultar su cadáver y luego arrojarlo a las aguas del río Vilcanota-Urubamba, en un sector conocido como Paucarbamba.
Tras conocer este testimonio, los agentes de la Divincri, que son acompañados por dos miembros de la Guardia Civil española llegados especialmente al Cusco para investigar el caso, continúan con la búsqueda del cuerpo con autorización del Ministerio Público.
Los padres de Nathaly llegaron a Perú el pasado martes, con la intención de sumarse a la búsqueda que se hace en el Cusco y, según indicó su madre, Alejandra Ayala, el 31 de diciembre pasado fue la última vez que tuvo comunicación con ella, quien le aseguró que estaba «bien y feliz».
Además, precisó que Nathaly, de 25 años y con estudios de Educación Física, tenía planeado seguir conociendo otras ciudades del país luego de visitar el Cusco. EFE