NUEVA YORK.- Los organizadores de la Marcha de Orgullo Gay informaron este sábado que a partir de este año y al menos hasta el 2025 no permitirán que la Policía participe de su multitudinario evento, previsto para el 27 de junio.
De acuerdo con el organizador del esperado desfile, Heritage of Pride, se contratará a una compañía privada para la seguridad y la Policía, que deberá mantenerse a una cuadra de los eventos, solo será llamada cuando sea necesario.
La decisión surge luego de años de presión por parte de algunos activistas de la comunidad LGBTQ, quienes sostienen que las fuerzas del orden están fuera de lugar en una marcha con raíces en el motín contra la Policía de 1969 frente al bar gay Stonewall Inn en Manhattan, señala The New York Times.
Recuerda que también se produce después de decisiones similares en otras ciudades del país.
Señala además el diario que en el caso de Nueva York, los cambios están destinados a abordar las preocupaciones expresadas por algunas personas transgénero, negras y latinas, que dicen que se sienten inseguras al marchar frente a una fuerza policial que los ataca y victimiza rutinariamente.
Destaca que los cambios no se sentirán de inmediato porque debido a la pandemia, los organizadores han planeado la mayor parte de su programación en línea.
Y aunque la marcha de este año tendrá un componente en persona, será mucho más pequeña en escala, muy lejos de las carrozas ornamentadas y la gran cantidad de espectadores en el pasado.
«La idea de que los oficiales sean excluidos es desalentadora y va en contra de nuestros valores compartidos de inclusión y tolerancia», dijo la sargento Jessica McRorie, una portavoz del Departamento de Policía.
«Dicho esto, todavía estaremos allí para garantizar la seguridad del tráfico y el buen orden durante este evento enorme y complejo», afirmó.
La decisión tampoco fue del agrado de la Liga de Acción de Oficiales Gay, cuyo presidente Brian Downey señaló que es excluyente y la calificó de «vergonzosa» y un «cambio de actitud abrupto».
«Su respuesta a la presión de los activistas es tomar el camino bajo al evitar que sus compañeros miembros de la comunidad celebren sus identidades y honren el legado compartido de los disturbios de Stonewall «, afirmó Downey. EFE