BERLÍN.- El presidente polaco, Andrzej Duda, se perfila como favorito ante las elecciones presidenciales del próximo 28 de junio, aunque la oposición ha tomado fuerza a una semana de unos comicios que parecían sentenciados a favor del jefe de Estado.
Duda, que cuenta con el respaldo del gubernamental partido Ley y Justicia (PiS), obtendrá un 40 % de los votos, según un sondeo del portal polaco Tvn24. Su principal rival es el alcalde de Varsovia y candidato de Plataforma Cívica (PO), Rafal Trzaskowski, al frente ahora de una coalición bajo el eslogan «Mamy Dosc» (traducible por «Tenemos ya bastante») al que se pronostica entre un 30 y un 32 %.
Con estos resultados debería convocarse una segunda vuelta entre los dos finalistas, que según ese medio sería de final abierto. Hasta hace unas pocas semanas, a Duda se le daba por asegurada la reelección. Trzaskowski ha conseguido, sin embargo, movilizar a los descontentos que aspiran al fin de la hegemonía del PiS.
Las presidenciales polacas iban a celebrarse el pasado 10 de mayo, pero fueron aplazadas casi in extremis, en medio de la polémica generada en torno al voto por correo como única opción ante las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus.
Tras complejas deliberaciones, se convocó de nuevo al electorado para el 28 de junio, bajo la fórmula del sistema mixto entre el voto presencial tradicional y el sufragio avanzado por correo.
De acuerdo con la ley electoral polaca, habrá una segunda ronda -previsiblemente el 12 de julio- en caso de que ningún candidato alcance la mayoría necesaria en la primera.
Junto a Duda y el liberal Trzaskowski concurren candidatos como el líder del Partido Campesino Polaco, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz; el izquierdista Robert Biedron, el ultraderechista Krzysztof Bosak y el periodista Szymon Holownia.
Las presidenciales polacas quedaron en suspenso dos días antes de la fecha inicialmente prevista y tras formarse una corriente interna rebelde dentro PiS.
El líder del PiS, Jaroslaw Kaczynski, y el ex viceprimer ministro Jaroslaw Gowin -quien había dimitido meses antes por disensos internos- pactaron un aplazamiento, ante la situación creada por el rechazo del Tribunal Supremo y la llamada al boicot de la oposición.
El PiS pretendía celebrar las presidenciales por el sistema de voto por correo como única modalidad, pese a que ello contravenía la ley electoral polaca. Finalmente se acordó la fórmula del sistema mixto de voto y el sufragio por correo.
El PiS aspira a ver reelegido a Duda para llevar adelante varias de sus controvertidas reformas. Los planes del partido gubernamental han topado con los recelos de la Comisión Europea, que en mayo abrió un expediente contra Varsovia por la nueva ley del poder judicial.
Bruselas sigue de cerca a Varsovia, por considerar que la legislación impulsada por el PiS es susceptible de ser utilizada para controlar la justicia del país, en contra de la independencia del poder judicial y de los fundamentos democráticos. EFE