CRACOVIA.- En su homilía en el santuario de la Virgen Negra, el papa Francisco, advirtió este jueves que «ser atraídos por el poder, por la grandeza y por la visibilidad es algo trágicamente humano, y es una gran tentación que busca infiltrarse por doquier.
En ese sentido comentó el pasaje bíblico de las bodas de Caná con el milagro de la conversión del agua en vino, para reflexionar sobre que «el Señor no mantiene las distancias, sino que es cercano y concreto, que está en medio de nosotros y cuida de nosotros, sin decidir por nosotros y sin ocuparse de cuestiones de poder».
«Prefiere instalarse en lo pequeño, al contrario del hombre, que tiende a querer algo cada vez más grande», dijo tras insistir que “hay darse a los demás, acortando distancias, viviendo en la pequeñez y colmando concretamente la cotidianidad».
Ceremonia de acogida al #PapaFrancisco #JMJ #Krakow2016 #acicracovia https://t.co/qqKBYSquNP pic.twitter.com/fZhZ38Ut7M
— ACI Prensa (@aciprensa) July 28, 2016
Vertió sus palabras durante en la misa ante 300 mil personas que se celebró en el santuario de la “Virgen Negra” de Jasna Gora, en la ciudad de Czestochowa
El pontífice argentino celebró una misa en este santuario de la llamada Virgen Negra, la más venerada por los católicos polacos y por Juan Pablo II, en la que se recordó los 1.050 años de la conversión al cristianismo de la nación polaca.
Antes de la celebración, Francisco visitó el santuario y se recogió en oración durante algunos minutos ante el icono bizantino que representa a la Virgen Negra. (ECHA- Agencias)