WASHINGTON.- La ciudad estadounidense de Portland (Oregon) permanecía este sábado bajo una fuerte custodia policial después de que grupos de derecha y de izquierda anunciaran movilizaciones que podrían derivar en enfrentamientos.
«Individuos y grupos han publicado en foros públicos que pretenden manifestarse en el centro de Portland hoy», escribió la Policía local en su cuenta de Twitter, en la que advierte que «algunos han expresado su deseo de confrontación violenta».
Portland, considerada una de las urbes más progresistas de Estados Unidos y que fue escenario en 2016 de algunas de las protestas más multitudinarias tras el triunfo electoral del presidente Donald Trump, vivió en agosto del año pasado manifestaciones de este tipo que concluyeron en calma.
Para evitar posibles desórdenes, la Policía ha ordenado el cierre de algunas vías en el centro de la ciudad, donde se esperan se concentren integrantes del grupo radical «Proud Boys» (Chicos orgullosos, en inglés) y de la agrupación antifascista «Antifa«.
A medida que los manifestantes han empezado a concentrarse en algunos puntos de Portland, la Policía ha informado que se ha incautado de «armas» como escudos, barras de metal y madera -algunas usadas como astas de las banderas- y rociador para repeler osos.
«No se tolerará violencia», ha advertido la Policía en sus mensajes.
Trump se pronunció en su cuenta de Twitter sobre la protesta e indicó que Portland «está siendo observada muy de cerca».
«¡Esperemos que el alcalde pueda hacer su trabajo correctamente», añadió Trump, quien apuntó que se está considerando nombrar al grupo «Antifa» una «ORGANIZACIÓN DEL TERROR».
El pasado 6 de julio, protestas convocadas por ultraderechistas y antifascistas en Washington finalizaron sin incidentes en medio de un fuerte operativo policial.
En agosto de 2017, un neonazi embistió con su vehículo a una multitud durante unas protestas en la ciudad de Charlottesville (Virginia), un suceso que se cobró la vida de una mujer y dejó decenas de heridos.
James Alex Fields Jr., de 22 años y originario de Ohio, fue condenado en junio pasado a cadena perpetua tras lo ocurrido en Charlottesville, donde el 11 y 12 agosto de 2017 se convocó a protestas contra la retirada de una estatua de Robert E. Lee, un general esclavista de la Confederación durante la guerra civil de EEUU.
Esa movilización fue contestada por una marcha antifascista que pedía a los neonazis que se fueran de Charlottesville.
EFE/Foto: euronews.com