Portugal acude este domingo a las urnas en elecciones sin mayorías aseguradas

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MADRID.- Hacia el exterior hace apenas tres meses Portugal dejó de ser el país de las maravillas y se convirtió en el país de las sorpresas. Lo que ocurra este domingo en las urnas, a las que están convocados 10,8 millones de electores, resulta impredecible a la vista de la paridad entre el Partido Socialista (PS) y el Partido Social Demócrata (PSD, conservador) que reflejan los últimos sondeos.

Portugal busca este domingo con la celebración de elecciones anticipadas poner fin a una crisis política que se remonta a 2019, cuando finalizó esa estable y duradera relación entre las fuerzas de la izquierda conocida como a ‘geringonça’, una suerte de «milagro portugués» que sacó al país del pozo en el que se encontraba, pero que acabó desencadenando un desencuentro que se reflejó en el rechazo de los antiguos socios de los socialistas a los presupuestos.

Señalados por el primer ministro, Antonio Costa, como responsables de este rechazo a los presupuestos y por tanto de la celebración anticipada de elecciones, no parece que el Bloque de Izquierda y el Partido Comunista vayan a repetir aquel idilio que entre 2015 y 2019 fue la envidia de las fuerzas progresistas de gran parte de Europa.

Con Costa todavía al frente de las encuestas con una cada vez más ligera ventaja sobre el candidato del Partido Social Demócrata (PDS), Rui Rio, el escenario que parece más probable es el de una gran coalición entre estas dos fuerzas, pero sin que el centro derecha entre en el Gobierno, apunta el investigador del CIDOB, Héctor Sánchez.

«El precio que van exigir comunistas y Bloque es más alto que el que va a exigir el PSD (…) ahora, si Antonio Costa no se decide por ellos, la campaña que le van a hacer pagar es enorme», cuenta Sánchez.

El relato de Costa culpando durante la campaña a comunistas y al Bloque de ser los responsables de la actual situación hace difícil que finalmente puedan unir nuevamente sus caminos para la siguiente legislatura, aunque la irrupción de la extrema derecha de Chega! como posible tercera fuerza en el Parlamento también complica un posible acuerdo con sus antiguos socios, ahora más debilitados.

«Con la izquierda se ha intentado dos tipos de relación, en 2015 se firmó un acuerdo por separado con cada uno y contra todo pronóstico salió bien (…) y en 2019 se decidió que fuera a través de acuerdos puntuales. Lo que queda es que alguno de los dos entre en el Gobierno y parece difícil que uno pueda entrar y el otro acepte quedarse fuera», explica Sánchez.

Por el momento, Costa cuenta con un 36 por ciento en intención de voto, por debajo todavía de los 116 diputados necesarios para tener mayoría en el Parlamento, mientras que el Bloque lograría entre cinco y ocho diputados y comunistas entre cinco y nueve, según varios sondeos publicados en la prensa portuguesa.

Con europapress.es, agencias

 

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