La reducción de las salas y los horarios de exhibición de la película peruana La Casa Rosada, sobre violaciones de derechos humanos durante la lucha contra los grupos armados, motiva hoy sospechas de censura tácita.
La producción póstuma del director Palito Ortega, que muestra el drama de las víctimas inocentes de aquel conflicto, se estrenó el 3 de mayo y recibió elogios de la crítica cinematográfica y atrajo importante asistencia del público.
La obra motivó expresiones derechistas de rechazo, que la calificaron de ‘pro-terrorista’, como lo hicieron el congresista Edwin Donayre, exjefe del Ejército, y la actriz Karina Calmet, cuyos comentarios incentivaron mayor interés en ver al película.
Al general no le gustó que el filme aborde el tema de los detenidos y torturados por fuerzas militares durante el conflicto interno registrado entre 1980 y 2000, que dejó un saldo oficial de por lo menos 20 mil desaparecidos.
‘El gobierno debe pronunciarse sobre el contenido de esta película, que podría considerarse una apología al terrorismo, pues los senderistas son los perseguidos y los militares los malos y torturadores’, dijo el general jubilado y parlamentario.
Tras ataques de ese tipo, la empresa distribuidora anunció para la segunda semana de La Casa Rosada, la reducción de salas y horarios de exhibición, algo que significa el preludio del retiro de la cinta, lo que hoy acrecentó el interés de los espectadores.
El actor José Luis Adrianzén citó versiones sobre una posible intervención política para apurar el retiro del filme y negó que este sea una apología del terrorismo
La Casa Rosada trata la historia de un profesor universitario capturado y sometido a torturas en la región surandina de Ayacucho y acusado de integrar el grupo armado Sendero Luminoso, mientras su familia lo busca angustiosamente, algo que pasaron decenas de miles de familias durante aquella época. (Prensa Latina)