La situación de la minera Doe Run, paralizada en La Oroya, tiene gran potencial para arreglarse, aseguró hoy viernes el presidente, Pedro Pablo Kuczynski, al mencionar que se requiere que se extienda el plazo de liquidación de esta compañía.
De no tomarse esta medida en marcha –advirtió– orientada a conseguir un inversionista que adquiera la empresa, los 1,600 trabajadores industriales que prestan sus servicios en La Oroya se quedarán sin empleo.
“Si el 27 de agosto no se prorroga la liquidación en marcha, que es una figura legal que permite mantener a los trabajadores en su puesto, ellos se irán a la calle. Eso es lo que yo estoy tratando de impedir”, expresó Pedro Pablo Kuczynski.
Según explicó, quien está a cargo del complejo metalúrgico de La Oroya es un interventor designado por el Gobierno, principal acreedor de la empresa, junto con la antigua Doe Run y la participación de la Sunat.
«Esto tiene un gran potencial para arreglarse, mantener esos puestos de trabajo y crear más empleos, porque tenemos al lado una de las grandes minas de cobre del mundo (Cobriza), que exporta hoy tierra, o sea, concentrado a China”, consideró Pedro Pablo Kuczynski.
Sostuvo que esa mina también podría procesar los metales en su propio complejo y que, en términos técnicos, el circuito de cobre podría dedicarse a eliminar el alto contenido de arsénico presente en la actividad que esta realiza.
“Pero el tema más importante es mantener los 1,600 puestos de trabajo. Es un caso muy complejo, pero aquí lo que se busca, a través de este interventor, es vender la empresa a un operador calificado que pondrá capital de verdad”, afirmó Pedro Pablo Kuczynski.
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