Sudó el triunfo al final el líder ante un adversario que no se dio por vencido a pesar de encajar una desventaja de 2 goles al inicio de la segunda parte del encuentro. Marca la salvación con solo 2 puntos de ventaja respecto al Ipswich y el Leicester, antepenúltimo y penúltimo, y exprime sus recursos. Acortó distancias en cuanto pudo y buscó en el tramo final desaforadamente el empate.
Eso fue cuando el encuentro recuperó la viveza, en los últimos 25 minutos. A partir de que Matheus Cunha batió con un gran gol a Alisson. Hasta ese momento, pareció una faena de aliño para el Liverpool, que se había sostenido en la hiperactividad de Luis Díaz, autor del primer gol y el que provocó el penal que supuso el segundo.
Fue el reencuentro con Anfield lo que alivió a los ‘reds’, que volvieron a la cita con su público después de 2 contratiempos significativos. Una eliminación inesperada, un batacazo en la Copa, ante el Plymouth Argyle, colero de la Championship, y un frustrante empate, a última hora, ante el Everton en el derbi de Merseyside en Goodison Park.
El Liverpool, que con Arne Slot no ha llegado a estar 3 partidos seguidos sin ganar, ya encarriló el encuentro al cuarto de hora, en una rápida transición, un contraataque que condujo el colombiano, que descargó ante Mohamed Salah, que le devolvió la pelota, y Díaz, mientras caía en plena pugna con su marcador, llevó la pelota a la red casi sin querer.
Pudo ampliar y casi sentenciar su triunfo el Liverpool a la media hora, en un mano a mano de Diogo Jota que solventó José Sá, que envió el balón a córner. Pero poco tardó en llegar el segundo. 8 minutos antes del descanso, el meta de los Wolves trabó a Luis Díaz, que se anticipó a su marcador Emmanuel Agbadou.
El partido, sin embargo y a pesar de la distancia en el marcador, se reactivó tras el intermedio porque los visitantes, que ya habían perdido 15 de sus últimas 16 visitas a Anfield, reaccionaron. Vitor Pereira reanimó a sus jugadores, que saltaron al campo a la vuelta de vestuarios con fe.
Los Wolves, que llegaron a Liverpool impulsado por la mejoría que mostraban sus resultados, la clasificación en la Copa tras superar al Blackburn y el triunfo en la pasada jornada contra el Aston Villa que cortó una racha de 4 derrotas seguidas, pudo acortar distancias en el minuto 50, en una ocasión de Marshall Munetsi que obligó a Alisson a intervenir.
El gol que incendió el encuentro, que estrechó las distancias, fue en el m.67, cuando Jean Ricner Bellegarde encontró en la frontal a Matheus Cunha. El brasileño se hizo el espacio, encontró un hueco y disparó con potencia y colocación y superó al meta red para establecer el 2-1.
Eso desató del todo a los Wolves, que se hizo con el partido y la posesión. Y con la iniciativa. Fue cuando Virgil van Dijk e Ibrahima Konaté tuvieron que multiplicarse. También Alexis Mac Allister y Dominik Szoboszlai, implicados en la contención. Fueron la respuesta a la apuesta ofensiva de Vitor Pereira, que adelantó las líneas y recurrió a última hora a Pedro Lima, a la desesperada, en busca del empate.
Resistió el Liverpool, que apenas tuvo ocasiones a la contra. Quedó en manos de Alisson y de la falta de acierto de los Wolves para amarrar una victoria necesaria y estirar hasta los 7 puntos la ventaja en el liderato respecto al Arsenal.
Ficha técnica del partido
Liverpool (2): Alisson; Trent Alexander Arnold (Conor Bradley, m.64), Virgil Van Dijk, Ibrahima Konate (Jarell Quansah, m.46), Andy Robertson; Alexis MacAllister, Ryan Gravenberch, Dominik Szoboszlai; Mohamed Salah, Luis Díaz (Wataru Endo, m.71) y Diogo Jota (Darwin Núñez, m.64)
Wolves (1): Jose Sá; Matt Doherty, Emmanuel Agbadou (Santiago Bueno, m.61), Toti Gomes; Nelson Semedo (Pedro Lima, m.93), Joao Gomes (Thomas Doyle, m.83), André, Rayan Ait-Nouri; Pablo Sarabia (Nyasha Munetsi, m.46), Gonçalo Guedes (Jean Ricner Bellegarde, m.46) y Matheus Cunha.
Goles: 1-0, .15: Luis Díaz; 2-0, m.37: Mohamed Salah, de penal. 2-1, m.67: Matheus Cunha.
Árbitro: Simon Hooper. Mostró tarjeta amarilla a Ibrahima Konate y Virgil van Dijk, del Liverpool; y a Matt Doherty y Emmanuel Agbadou, del Wolverhampton.
Fuente Besoccer / foto X