CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco se reunió hoy en privado durante 23 minutos con el presidente palestino, Mahmud Abás, quien le regaló una piedra del Monte Gólgota, la colina donde los cristianos sitúan la crucifixión de Jesucristo.
En el encuentro, que se celebró en un tono cordial, Francisco saludó a Abas con la frase «un placer recibirle» y en el momento de la despedida ambos se dieron un abrazo.
Abás llegó a Roma para inaugurar la embajada palestina ante la Santa Sede, en un edificio situado delante de una de las entradas a la Ciudad del Vaticano, y al despedirse de Jorge Bergoglio dijo que ese gesto «prueba que el Papa ama al pueblo palestino y ama la paz».
El presidente palestino llegó al Vaticano con una delegación de diez personas, entre ellos un joven que entregó una camiseta de fútbol con los colores de la bandera palestina a Francisco y que le desveló que estaba casado con una argentina.
Por su parte, Abás donó al pontífice una piedra procedente del monte del Gólgota, o Monte del Calvario, donde se encuentra la Iglesia del Santo Sepulcro, en Jerusalén, además de dos iconos que representaban el rostro de Jesús y la Sagrada Familia y un libro sobre las relaciones entre la Santa Sede y Palestina.
El Papa entregó a Abás dos de los documentos que ha escrito, traducidos al árabe: la exhortación apostólica «Amoris laetitia» y la encíclica sobre la defensa de la Naturaleza, «Laudato sii».
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