El gobernador del estado brasileño de Río de Janeiro, Luz Fernando Pezao, promulgó hoy una ley que prohibe la fabricación, distribución, venta y portación de armas, incluso de juguete, con el objetivo de combatir el crimen.
El nuevo marco legal obliga a las personas y tiendas que tienen armas a entregarlas a la Policía Federal de Brasil, de lo contrario se les impondrán multas severas.
La ley prevé sanciones de hasta 100.000 reales (unos 30.300 dólares) a las tiendas que exhiban, ofrezcan o vendan réplicas de estos objetos bélicos.
Las multas incluso pueden elevarse al doble en caso de que la venta sea a menores de edad, además de que los establecimientos que violen la ley pueden perder su licencia para operar de manera temporal o permanente.
El funcionario estatal indicó que la intención del gobierno de Río de Janeiro es evitar que este tipo de artefactos, incluidas las réplcas de plástico, sean utilizados en asaltos y robos a nivel de todo el estado, el más turístico del país y el segundo más poblado de Brasil.
Pezao indicó que en distintas ocasiones las autoridades han descubierto que asaltantes llevan consigo «armas de mentira» con las que cometen robos y amenazan a sus víctimas.
La ley fue promovida desde hace dos años por la jefa de la Policía Civil del estado, diputada Martha Rocha.
«La simple prohibición sin una sanción, impide que la legislación sea eficaz. Una de las finalidades de la ley es desincentivar el uso de armas de juguete en delitos», expresó la legisladora.
Río de Janeiro registró en junio pasado 272 homicidios, el menor número de crímenes en 24 años, después de ser hace pocos años una de las regiones más violentas del país sudamericano.
La ciudad brasileña realizará el próximo año los esperados Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016.