PANAMÁ.- La VII Cumbre de las Américas ha marcado un punto de inflexión en las relaciones de Latinoamérica con EEUU, cuando «un nuevo continente se ha puesto de pie» exigiendo «respeto» al vecino del norte, que defiende los derechos humanos mientras impide el de la autodeterminación de Puerto Rico.
Así lo aseguró hoy a Efe el presidente del Partido Independentista Portorriqueño (PIP), Rubén Berríos, quien se encuentra en Panamá invitado por el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.
Berríos mostró su satisfacción por haber tenido la oportunidad anoche de reclamarle a la cara al presidente Barack Obama, el derecho a la autodeterminación del Estado Libre Asociado (ELA) a Washington.
«Me topé con Obama por una de esas casualidades que no son tan casuales durante la cena de presidentes -donde Berríos se encontraba en representación de Ortega- y pude recordarle el derecho de nuestra patria a participar en estas Cumbres como un Estado soberano».
«Me dijo que dependía de nosotros y le dije que ‘de ustedes también’, que ‘tienen que cumplir con su obligación descolonizadora'».
Puerto Rico fue una colonia española hasta la Guerra Hispanoamericana de 1898, cuando pasó a ser territorio de EEUU, que otorgó la ciudadanía estadounidense a los boricuas en 1917 y que aprobó una versión amputada de la Constitución de la isla caribeña en 1952 estableciendo el ELA.
La Constitución del ELA, a la que EEUU recortó artículos aprobados en Puerto Rico como el derecho a la Salud, otorga amplios niveles de autogestión a la isla, pero con limitaciones en cuanto a defensa, moneda y asuntos exteriores.
El protagonismo de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno en Panamá lo han monopolizado Cuba y Venezuela, pero según Berríos, el principal asunto que se ha discutido en las reuniones a puerta cerrada es la «negación más evidente al derecho a la autodeterminación» de EE.UU. a Puerto Rico.
Berríos expresó que el hecho de que la Cumbre no se vaya a cerrar con la aprobación de una declaración final no se ha debido a las espinosas relaciones entre EEUU y Venezuela o el proceso de acercamiento emprendido entre Washington y La Habana.
Para el líder independentista puertorriqueño, la Cumbre no tendrá declaración final porque la mayoría de países latinoamericanos quiere reclamar la autodeterminación de Puerto Rico, lo que habría vetado EE.UU. (EFE)