SAN JUAN.- Los fieles puertorriqueños recibieron hoy calurosamente a la reliquia oficial de San Juan Pablo II, consistente en sangre no coagulada del fallecido Papa, que llegó a la isla caribeña como parte de su peregrinación por distintos países del continente.
El párroco de la Iglesia de la María Auxiliadora de Cantera en San Juan, Nicolás Navarro, señaló a Efe que fue una satisfacción ver cómo los fieles católicos respondieron con fervor a la llegada de la reliquia al templo religioso, situada en una barriada popular de la capital puertorriqueña.
«La gente abarrotó nuestra iglesia, que tiene capacidad para recibir a 1.000 personas», señaló el religioso, conocido popularmente como «Colacho», tras apuntar que tuvo dudas de si la gente iba a responder de forma positiva a la convocatoria.
«Nos ofrecieron traer la reliquia a nuestra parroquia por la mística de estar localizada en un barrio pobre y por ser un templo grande», indicó el religioso.
Destacó el hecho de que se trate de la primera vez que una reliquia de un Papa llega a Puerto Rico, territorio que fue visitado por San Juan Pablo II en octubre de 1984 en un viaje de solo horas que quedó grabado en la memoria colectiva de los católicos de la isla caribeña.
«Las personas han agradecido el gesto y de ahí la respuesta que hemos tenido», subrayó el párroco, español de Gran Canaria con más de cuatro décadas en Puerto Rico.
La reliquia, que llegó con las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María que la custodian, fue introducida -con dificultades por toda la gente agolpada a la entrada- en el templo mientras las religiosas interpretaban la canción del artista brasileño Roberto Carlos «Amigo».
Los devotos, algunos en sillas de ruedas y mostrando fotos del fallecido Papa, se abalanzaron sobre la reliquia que portaban las monjas para besarla, lo que ralentizó la entrada en el templo, donde inmediatamente se procedió a rezar un rosario.
La agenda del acto incluye una misa y, por último, la oportunidad de besar, de forma ordenada, la reliquia para los fieles que lo deseen.
«Ha sido un gesto muy bonito el traer la reliquia a un templo pobre de base popular como la Iglesia de María Auxiliadora de Cantera», concluyó el párroco, convencido de que sus fieles quedaron satisfechos con un gesto que llega más de 30 años después de aquella corta pero histórica visita de Juan Pablo a Puerto Rico.
Se calcula que cerca de 650.000 personas se dieron cita en los terrenos aledaños a Plaza Las Américas en aquella histórica misa del entonces Papa.
La reliquia partirá después hacia la Capilla Mayor de la Universidad del Sagrado Corazón, donde a las 12.30 hora local (16.30 GMT) se celebrará una misa en memoria de la visita del Papa a ese centro docente en aquel año.
Por último, se trasladará a las 17.00 hora local (21.00 GMT) a la parroquia María Madre de la Misericordia de Guaynabo -municipio colindante a San Juan- antes de concluir su periplo por Puerto Rico. Navarro recordó que la reliquia ha peregrinando por distintas ciudades de EE.UU. y varios países de América Latina como Guatemala, Cuba, El Salvador, Panamá y México, entre otros.
La reliquia de sangre de San Juan Pablo II (1920-2005) fue guardada luego de su última hospitalización en el año de su muerte y hasta el momento no se ha coagulado.