En Puno, por tercer año consecutivo, no se desarrollará las celebraciones festivas en honor a la Virgen de la Candelaria, los devotos a la sagrada imagen solo podrán rendir culto, a través de los actos religiosos programados para el día 2 de febrero.
Esta decisión se determinó ayer en reunión extraordinaria de presidentes y delegados de los más de 200 conjuntos folclóricos, afiliados a la Federación Regional de Cultura y Folklore de Puno, organismo encargado de organizar los concursos de danzas originarias y de traje de luces.
Una de las principales razones de la suspensión de la famosa fiesta de Puno, es en solidaridad con los familiares fallecidos y heridos en las protestas sociales, que acata esta región en contra del actual régimen y el Congreso de la República.
Cabe señalar, que, en los años 2021 y 2022, no se desarrollaron por la emergencia sanitaria decretada por la pandemia de covid-19, y este por la crisis política y social que vive Puno y el país. Una vez más, los puneños no podrán bailar, ni venerar a la Virgen de la Candelaria, con música y danza en el tradicional pasacalle.
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La festividad de la Virgen de la Candelaria, es una de las mayores expresiones religiosas y culturales de Puno, en que los devotos rinden culto a la venerada imagen con danza, canto y música, siendo una de las tradiciones católicas y de los elementos simbólicos de la cosmovisión andina.
Esta celebración representa la convivencia armoniosa y la unión de las tradiciones de las poblaciones quechuas y aimaras, que remonta a los tiempos del virreinato y que esparce el fervor religioso.
La fiesta de la Virgen de la Candelaria de Puno se desarrolla en dos momentos: los actos religiosos que empiezan con la misa de novenas, que inicia el 24 de enero, siendo el 2 de febrero el día central de la misa de fiesta y la procesión de la santa imagen, que recorre las calles céntricas de la ciudad de Puno, en los que lucen las coloridas alfombras de pétalos de flores.
El segundo momento se da con la presentación de danzas en los concursos de danzas originarias y de trajes de luces, que se desarrolla en el estadio Enrique Torres Belón, escenario en que se vislumbra el despliegue coreográfico y la fastuosidad, de los conjuntos folclóricos afiliados a la Federación Regional de Culturas y Folklore de Puno.
Se trata de una fiesta religiosa con contenidos rituales andinos y de la devoción católica, que fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el 27 de noviembre del año 2014, en Paris, Francia.
ANDINA