El 2 de marzo de 1962 es una fecha que siempre será recordada por los aficionados de baloncesto. En Hershey Pennsylvania, los Warriors de Philadelphia recibían a los Knicks de Nueva York en un juego que tenía como principal atractivo la presencia del pivote Wilt Chamberlain, quien con sus 2 metros y 16 centímetros era la gran figura del equipo local.
Chamberlain había anotado 78 puntos en un juego en diciembre anterior, superando la marca de puntos en un partido que era de 71, pero esa noche llegó a emocionar todavía más a los 4.124 aficionados presentes en el Hershey Sport Arena.
El 22 de enero de 2006, Kobe Bryant realizó uno de los máximos logros individuales en la historia del baloncesto. Encestó 81 puntos en la victoria 122-104 de Los Ángeles Lakers sobre los Raptors de Toronto
Wilt terminó con 69 puntos el tercer periodo y de ahí en adelante el juego de su equipo fue darle la pelota para que anotara la mayor cantidad de canastas posibles. A pesar de que los Knicks intentaron tomar ofensivas muy largas y evitar que Chamberlain anotara mucho. Pero a falta de 46 segundos para el final del partido el pívot eludió las marcas y anotó cerca del aro para llegar a los 100 puntos, lo que provocó la invasión de unos 200 aficionados a la cancha.
La gesta del jugador estadounidense es considerada uno de los máximos logros individuales en la historia del baloncesto. Han pasado 58 años desde aquel histórico momento y ningún jugador ha podido tan siquiera acercarse a la marca de Chamberlain en el baloncesto profesional.
Wilt Chamberlain ganó dos campeonatos de la NBA, fue 4 veces el jugador más valioso de la liga y fue hasta su muerte en 1999 uno de los íconos de baloncesto, pero aquellos 100 puntos del 2 de marzo de 1962 siempre fueron el estandarte de su brillante carrera.
Antes de la temporada 1961-62, el récord de más puntos en un partido lo poseía Elgin Baylor de los Lakers con 71.
Fuente: Diario Libre