LOS ÁNGELES (EEUU).- Un tribunal de apelaciones de California (EEUU) dio la razón este martes a los gestores del patrimonio de Michael Jackson y retiró 6,9 millones de dólares que reclamaba el productor Quincy Jones por los derechos de temas como «Billie Jean» y «Thriller».
El juez dictaminó que el anterior tribunal interpretó mal un contrato en el 2017 por el que supuestamente el patrimonio de Jackson debía unos 9.4 millones de dólares al productor, de los que finalmente se mantuvieron intactos 2.5 dólares por las grabaciones originales.
Al parecer, el tribunal de apelaciones consideró que Michael Jackson solo debía pagar a Quincy Jones el 10% de los beneficios obtenidos por las canciones originales, como indica el acuerdo, y no por los remixes posteriores.
Además, el mismo juez rechazó otra apelación del productor que demandaba 30 millones de herencia de Jackson alegando un delito de «abuso financiero a personas mayores».
Quincy Jones, actualmente de 87 años, ya era uno de los productores más importantes de la industria musical cuando comenzó a trabajar con el Rey del Pop a comienzos de los años 1980 en los discos «Off the Wall», «Thriller» y «Bad».
La batalla legal con el patrimonio de Jackson llega después de que los gestores de la herencia del cantante acordaran con la discográfica Sony Music incrementar el porcentaje de ingresos que recibirían, que pasó del 50% a dos tercios del total.
Jones consideró que ese aumento debía significarse también en sus ganancias, pero el nuevo dictaminen no determinó lo mismo.
El productor es conocido por haber trabajado con muchos de los artistas más populares del siglo XX y hablar sin tapujos sobre figuras relevantes de la cultura y de la política.
Por ejemplo, en una entrevista con la revista Vulture en el 2018 dijo que Michael Jackson «robó» muchas partes de sus canciones de otros artistas.
También afirmó que hace doce años salió con Ivanka Trump, la hija del presidente de Estados Unidos, de quien le separan casi 50 años de edad.
Asimismo calificó a Donald Trump de «megalómano», «narcisista» y «limitado mentalmente»; al tiempo que recordó su experiencia grabando con los Beatles.
«Eran los peores músicos del mundo. Paul (McCartney) era el peor bajista que había oído. ¿Y Ringo (Starr)? Ni hablemos de ello», aseguró.
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