TEHERÁN.- El presidente electo de Irán, el ultraconservador Ebrahim Raisí, afirmó este lunes que su gobierno apoyará «cualquier negociación que beneficie los intereses nacionales«, en alusión a las actuales conversaciones nucleares, pero rechazó reunirse con el mandatario estadounidense, Joe Biden.
En su primera rueda de prensa desde su triunfo el viernes pasado en las elecciones presidenciales, Raisí subrayó que las negociaciones han de tener «resultados para el pueblo iraní y para superar las sanciones» y no pueden ser «de desgaste».
«Estados Unidos tiene que levantar todas las sanciones opresivas contra el pueblo iraní», apuntó el clérigo fundamentalista y actual jefe del Poder Judicial, quien agregó que Irán tendrá luego que verificar esa medida.
Preguntado por la opción de mantener un encuentro directo con Biden si EE.UU. elimina sus sanciones y regresa al acuerdo nuclear de 2015, JCPOA en sus siglas en inglés, Raisí respondió con un rotundo «no».
Las negociaciones entre Irán y las cinco potencias que permanecen en el JCPOA (Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania) comenzaron en abril pasado en Viena para encontrar un mecanismo que permita a EE.UU. regresar al pacto, que abandonó en 2018, y a Irán volver a cumplir con sus compromisos.
El domingo se celebró la última reunión de la sexta ronda de negociaciones, en las que EE.UU. participa de modo indirecto. Ha habido importantes avances que podrían conducir a una conclusión final en la próxima ronda.
Sobre la posición de Washington y de los tres países europeos del acuerdo nuclear, Raisí denunció que «EE.UU. violó el JCPOA y los europeos tampoco cumplieron sus promesas».
«El pueblo iraní les pide que cumplan sus obligaciones; el pueblo pide al gobierno (iraní) que recupere sus derechos y nosotros vamos a recuperar sus derechos», aseveró el clérigo, que asumirá la Presidencia el próximo agosto.
El pacto nuclear de 2015 establecía límites y restricciones sobre el programa nuclear civil de Irán para evitar que pudiera desarrollar bombas atómicas. A cambio, Teherán obtenía ventajas económicas por el levantamiento de las sanciones internacionales.
Raisí también adelantó que «el actual equipo negociador continuará su trabajo» y que su propio equipo de política exterior está ya «estudiando los informes».
Cuestionado por las demandas de EE.UU. de incluir más asuntos en un acuerdo más amplio, el presidente electo dijo que el programa de misiles balísticos iraní y su influencia regional «no serán negociables».
«Insistimos, los temas regionales o los temas de misiles de Irán no serán negociables. Lo que ellos han acordado no lo cumplen, ¿cómo quieren entrar en otros asuntos?», señaló Raisí.
El clérigo obtuvo en los comicios un 61,9 % de los votos, pero la participación fue excepcionalmente baja, de un 48,8 %, el peor dato de todas las presidenciales celebradas en Irán desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979. EFE