Real Madrid tenía todo para ver en HD la final de la Champions League ante Barcelona y no podrá ocurrir al ocupar Juventus su lugar en la final de Berlín como tampoco sucederá que el equipo de Carlo Ancelotti, lleve a sus vitrinas la Liga BBVA y la Copa del Rey.
Real Madrid se queda en definitiva con las manos vacías en una nefasta temporada 2014-2015 cuya adversa realidad no conjuga con el verbo ganar por una serie de desaciertos. Todos los millones invertidos por Florentino Pérez para hacer otra plantilla galáctica no han servido de nada para la casa blanca.
El “tri” adverso tiene explicación que el propio Carlo Ancelotti se encargará de descifrar para calmar las aguas en momentos en que el hierro caliente quema las manos. Se habla de que muchos han cumplido con su ciclo y los que llegaron con contratos millonarios tendrán que negociar su salida.
Real Madrid es un equipo modelo diseñado para ganar todo y no admite otro desafío. El error no figura en el diccionario madridista, como tampoco fracasar o perder.
En ese contexto Real Madrid está golpeado, sumamente herido para hacer cuentas del desabrido momento. Tras la derrota en Turín pudo pensarse que en el Santiago Bernabéu podría darse vuelta a la tortilla.
Sin embargo, los blancos solo marcaron de penal. Y no hicieron absolutamente nada más. Encima el gol del “traidor” Álvaro Morata acabó por hundir la nave blanca. Esa misma nave tipo Titanic construida para no hundirse, acabó con fisuras por los bombardeos de la Juventus y naufragó.