LONDRES.- Un diputado del Partido Conservador paralizó hoy en el Parlamento británico un proyecto de ley que pretende convertir en delito sexual hacer fotos por debajo de las faldas en Inglaterra y Gales.
El «tory» Christopher Chope bloqueó el trámite de la segunda lectura del proyecto de ley, propuesto por la diputada liberaldemócrata Wera Hobshouse y que cuenta con el respaldo del gobierno de la primera ministra, la también conservadora Theresa May.
El reglamento de la Cámara de los Comunes permite la paralización de la ley en esta fase de la tramitación si un solo diputado muestra alguna objeción, si bien la liberaldemócrata ha propuesto que la norma vuelva a ser evaluada el 6 de julio.
Aún así, la secretaria de Estado de Industrias Digitales, Margot James, aseguró que el Ejecutivo británico está «decidido» a que «fotografiar a personas por debajo de su ropa sin su consentimiento sea ilegal» y afirmó que Chope «podrá retrasarlo, pero no evitarlo».
Por su parte, Hobshouse acusó al conservador de tratar de «sabotear» la ley, que llegó a Westminster gracias a una campaña que inició el pasado año la joven de 26 años Gina Martin.
Martin sufrió un episodio de estas características en verano de 2017 cuando se encontraba en una festival de música en el londinense parque de Hyde Park.
Según relató a la cadena pública británica BBC, estaba con su hermana esperando a que comenzara el concierto de la banda «The Killers» cuando dos hombres se les acercaron.
Entablaron entonces una conversación pero estos comenzaron a comportarse de manera extraña cuando Martin se percató de que uno de ellos no solo le había tomado fotografías por debajo de la falda con su teléfono móvil, sino que las estaba enviando por Internet.
«Sentí como que no tenía ningún tipo de control sobre mi cuerpo», relató la joven, antes de contar que advirtió a la Policía de lo que había ocurrido pero poco pudieron hacer porque, tal y como le adelantaron los agentes, existía un vacío legal para este tipo de supuestos.
Martin lo comprobó y, efectivamente, descubrió que esta práctica no estaba registrada como un delito específico en la ley inglesa, tampoco en la de Gales, y decidió emprender una campaña para que se penalizara.
La joven declaró tras la objeción del diputado sentirse «extremadamente disgustada y decepcionada» con lo sucedido, aunque subrayó que se mantiene «positiva y esperanzada» tras haber hablado con él y haber concertado una cita para debatir sobre la ley.
EFE/Foto: coventrytelegraph.net