LONDRES.- «Ya había sufrido suficiente» declaró el octogenario, Ronald King, ante las autoridades judiciales de Essex, al tratar de justificar por qué mató a su esposa Rita, de 81, disparándole a quemarropa en el asilo de ancianos De La Mer House.
El asesinato, perpetrado el pasado 28 de diciembre, ha conmocionado a la opinión pública del Reino Unido, donde tanto el tema de la demencia senil como los debates en torno al derecho a una muerte digna acostumbran encontrar bastante espacio en la prensa.
Rita había sido ingresada al asilo De La Mer House hace aproximadamente seis meses, y Ronald King, quien se encontraba angustiado por la demencia senil que ella padecía, se había registrado por una semana para poder pasar la Navidad con ella.
Las enfermeras y sus amigos lo describen como un marido devoto que «adoraba el suelo que ella pisaba», por lo que nadie sospechó de los verdaderos motivos que tenía el octogenario quien fue encontrado inmediatamente después del incidente con el arma homicida –todavía caliente– en la mano y balbuceando justificaciones para haber acabado con su compañera de vida.
«Él estaba temblando y balbuceando algo como: ‘Ya sufrió lo suficiente, ya sufrió lo suficiente'», contó Julie Curtis, la administradora del asilo de ancianos.
«Es una investigación inusual», dijo el detective jefe Simon Werrett, de la policía de Essex, según el tabloide Daily Mirror.
«Parecían una linda pareja, pero se estaban poniendo muy enfermos», le contó luego una vecina al diario inglés The Guardian.
«Recuerdo una vez que él se cayó y su esposa estaba gesticulando desde la ventana. Los ayudé a llamar una ambulancia pero pude ver, por lo que ella decía, que ya estaba padeciendo alguna forma de demencia», agregó Stella Bone, de 78 años.
«Y él a duras penas podía caminar», dijo de Ronald King, a quién también le falta parte de un brazo.
El arma que mató a Rita King es un revolver Enfield de 1934, el arma reglamentaria de los oficiales del ejército británico entre 1939 y 1945 según el tabloide The Sun, que asegura que Ronald también intentó usar contra él mismo, sin encontrar fuerzas para hacerlo. (ECHA-Agencias)