Renato Cisneros vuelve al pasado con el trágico origen secreto de su familia

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Tras la novela en la que retrató a su padre, miembro de la dictadura militar peruana, el escritor y periodista Renato Cisneros vuelve a indagar en su pasado en «Dejarás la tierra», el libro en el que relata el trágico origen secreto de su propia familia: la relación entre un cura y su tatarabuela.

En una entrevista con Efe en Buenos Aires, Cisneros explicó que haberse sumergido en la historia de su padre, al que perdió cuando era un adolescente, le hizo «obsesionarse» con las historias personales de su ascendente de escritores y políticos de la clase alta peruana, pero que comenzó a descubrir que también había sido de adulterios, hijos escondidos y ruinas económicas.

El comienzo de ese linaje, en la época de las luchas por la independencia americana, es el sacerdote Gregorio Cartagena, quien «ya desde el nombre parece reclamar una novela, parece un personaje de García Márquez«, el hombre que compartió casi medio siglo con su tatarabuela sin reconocer jamás ni la relación ni los hijos que surgieron de ella.

«Dejarás la tierra» comienza en el momento en que el propio autor encuentra enterrados juntos a quienes callaron durante tanto tiempo el secreto a voces; y sigue la pista de los Cisneros, a ratos tan desafortunada como la propia historia peruana, en ciudades como la Lima española, la París de Napoleón III o la Londres victoriana.

Tras la novela en la que retrató a su padre, miembro de la dictadura militar peruana, el escritor y periodista Renato Cisneros vuelve a indagar en su pasado en «Dejarás la tierra», el libro en el que relata el trágico origen secreto de su propia familia: la relación entre un cura y su tatarabuela. EFE/Javier Caamaño

La novela está escrita, reconoce Cisneros, con la «provocadora metodología» de desdibujar la línea de lo que sucedió realmente y pudo comprobar al recurrir a la documentación acerca de sus antepasados, y lo que es fruto de la reconstrucción imaginaria, porque «en el fondo, quien decide qué es real y qué es falso es el lector».

Al peruano «no le interesaba indagar en la vida pública de esos personajes», periodistas, poetas y políticos encumbrados, sino «sus vidas íntimas, fracturadas», lo que no se sabía de ellos; y se declara «admirado, hasta un punto orgulloso» de la «valentía en un ambiente tan hostil» de quienes sufrieron el rechazo de una sociedad conservadora cuya atmósfera está presente en las páginas del libro.

En esa búsqueda de la intimidad de los hombres de los que había oído hablar desde su niñez, el escritor se topó con las mujeres, «las verdaderas heroínas» de su relato, «como ocurre en la historia de Latinoamérica«.

«Las mujeres son las que en el fondo han tenido que cargar con las familias, no gracias a sino a pesar de los hombres que las acompañaban», reflexiona Cisneros; al hablar de unas vidas con las que pretende hacer dudar al lector, al terminar el libro, si no es posible que se parezcan más a las de su propia historia de lo que le habían contado.

Aun así, asegura que su intención no es la de juzgar a los personajes, como tampoco lo fue al contar en «La distancia que nos separa» la historia de su padre, un polémico militar que se desempeñó como ministro durante la dictadura que sufrió Perú y en la época del ascenso del terrorismo en el país.

Cisneros reivindica afrontar sin miedo el pasado, y cita a Hannah Arendt al explicar su relación con el recuerdo de su padre: «Yo no me siento culpable de lo que hizo, pero sí me siento responsable de contarlo».

El escritor, que vivió durante años en Madrid, a donde volverá este año tras una temporada en su Lima natal, también defiende la «obligación» de las sociedades de intentar entender de dónde vienen y que «debería haber una exploración de la memoria» en casos como el de la violencia política y la dictadura en Perú o la Guerra Civil en España.

Aunque tras sus dos últimas novelas Cisneros reconoce que no han sido pocos los familiares que no le han entendido y le han valido para «enemistarse involuntariamente» con ellos, cree que compensa al haber encontrado lectores que, en otras partes del mundo y en circunstancias de vida completamente distintas, tienen las mismas inquietudes y preguntas que él. EFE

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