PARÍS.- El año 2015 se cierra con 67 periodistas muertos oficialmente en circunstancias vinculadas a su trabajo, de una lista de 110 profesionales de la información fallecidos en extrañas circunstancias, según el recuento anual que publicó hoy Reporteros sin Fronteras (RSF).
A esa cifra se suman 27 periodistas-ciudadanos y otros 7 colaboradores de los medios de comunicación, lo que eleva a 787 los fallecidos en la última década por trabajar para los medios de comunicación, señaló Reporteros sin Fronteras (RSF).
La mayoría de los fallecidos en 2015 eran periodistas locales (97 %) que trabajaban fuera de zonas de conflicto (64 %), al contrario que en 2014, cuando la mayoría de los 66 periodistas asesinados lo fueron en zonas de guerra.
El mayor cementerio de periodistas del mundo en el año que termina fue Irak (con 9 confirmados de 11 posibles), seguido de Siria (9 de 10), países ambos con conflictos armados y con la presencia de la organización terrorista Estado Islámico (EI).
Particularmente peligroso resulta para la prensa tanto la ciudad iraquí Mosul, bajo el imperio del Estado Islámico, como Alepo, en Siria, donde reina el fuego cruzado entre las fuerzas de Damasco y grupos rebeldes o terroristas.
En tercer lugar del ránking llega Francia (8/8), que tristemente protagonizó el ataque terrorista contra la prensa más sonado del año, cuando el 7 de enero de 2015 dos yihadistas asesinaron a doce personas en la sede de la revista satírica Charlie Hebdo.
Le siguen en la lista Yemen (6/8), Sudán del Sur (6/7), India (5/9) y México (3/8), el país más mortífero para la prensa en América Latina, donde en estados como Oaxaca o Veracruz los periodistas están en el objetivo de «mafias y de personalidades políticas locales cuando denuncian la corrupción», indicó Reporteros sin Fronteras (RSF).
Uno de los asesinatos de periodistas que marcaron 2015 en ese país -recuerda RSF- es la ejecución del foto-reportero mexicano Rubén Espinosa, encontrado con signos de tortura junto a cuatro mujeres en un apartamento de la ciudad de México, adonde había huido desde Veracruz por amenazas de muerte.
Cierran esa lista negra Filipinas, donde se ha establecido la muerte de 3 periodistas por motivos laborales sobre 7 casos, y Honduras, con 7 casos posibles pero ninguno confirmado.
«Es imperativo dotarse de un mecanismo concreto para la aplicación del derecho internacional sobre la protección de los periodistas», declaró el secretario general de Reporteros Sin Fronteras, Christophe Deloire.
RSF destacó una doble amenaza para la prensa: «grupos no estatales que perpetran exacciones», pero también «muchos Estados que no respetan sus obligaciones internacionales». Por eso considera imperativo que las Naciones Unidas designen a un «representante especial» para la protección de los periodistas.
La organización también recordó que dos de los reporteros asesinados este año eran mujeres: la francesa Elsa Cayat, en el ataque islamista contra «Charlie Hebdo» el 7 de enero; y la somalí Hindia Mohamed, con un coche bomba por la milicia islamista de Somalia Shebab el 3 de diciembre.
A los fallecidos enumerados hay que añadir 54 periodistas secuestrados, lo que supone un aumento del 34 % respecto a 2014; y 153 encarcelados, un descenso del 14 %. De todos ellos RSF dio cuenta en otro informe presentado hace dos semanas.
Los rehenes se encuentran en Siria (26), Yemen (13), Irak (10) y Libia (5); y los encarcelados en China (23), Egipto (22), Irán (18), Turquía (9) y otros 66 repartidos por el resto del mundo.
EFE/Foto: elpais.cr