WASHINGTON.- El Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó hoy que han de mantenerse los subsidios otorgados para pagar los seguros médicos a nivel federal bajo la reforma sanitaria promulgada por el presidente Barack Obama el 2009, lo que supone una gran victoria para su Administración.
Los jueces respaldaron el sistema de ayudas a las pólizas de salud con seis votos a favor y tres en contra, después de años de batallas entre el Gobierno de Obama y la oposición republicana, que quiere acabar con su implementación.
Más de seis millones de estadounidenses de bajos ingresos que han obtenido su seguro de salud a través del mercado federal dependen de los subsidios, con una reducción de los costes del 72 % de media, unos 270 dólares de ahorro al mes.
La Corte declaró legales los subsidios que el Gobierno federal otorga a personas de bajos y medios ingresos en al menos 34 estados para poder comprar un seguro médico.
Con su dictamen, el Supremo, máxima instancia judicial de EEUU, se pronunció en contra de la demanda que habían presentado cuatro residentes del estado de Virginia.
Los opositores de la ley afirman que la redacción actual de la Ley de Cuidado Asequible de la Salud (ACA, por su sigla en inglés) aprobada por el Congreso apuntaba que los subsidios sólo pueden ser adquiridos a través de «un cambio fijado por el Estado» donde viven los asegurados.
Si el Supremo hubiera respaldado esta argumentación, los ciudadanos que hubieran adquirido sus seguros en el mercado federal, que son la gran mayoría de los asegurados por la ley de salud, habrían perdido los subsidios.
Sólo 16 estados, hasta ahora, tienen sus propios sistemas de ayudas a los seguros en funcionamiento.
De haber sido otra la decisión de los jueces, la reforma sanitaria de Obama -apodada «Obamacare» por sus detractores- hubiera sufrido un gran revés, ya que el número de adscritos al sistema se hubiera desplomado.