La cantante estadounidense de rock y blues Janis Joplin murió de una caída y no de una sobredosis, según una nueva versión del hecho publicada por su examante Peggy Caserta.
En el libro autobiográfico «I Ran Into Some Facts», Caserta asegura que vio a Joplin «tropezar, golpearse la nariz y ahogarse en su propia sangre», negando así la versión oficial de la muerte de la artista, atribuida a una sobredosis de heroína hace 47 años. «Ella tropezó y se cayó. Estoy segura de eso», dijo Caserta, que se encontraba junto a Joplin en una habitación del hotel Hollywood el 4 de octubre de 1970, día de la tragedia.
Las memorias de la entonces amante de la estrella rock dan otras versiones sobre hechos contados en una autobiografía anterior publicada hace 45 años, de conjunto con el escritor Dan Knapp, titulada «Going Down with Janis». En aquel volumen se develaban las correrías de la pareja en el mundo de las drogas, historias que hicieron a no pocos pensar que Caserta tuvo cierta responsabilidad en la muerte de Joplin.
Ahora la expareja de la artista asegura que entonces que lo contado fue vergonzoso, y señala como único logro del libro la descripción de la relación amorosa.
Janis Joplin es considerada una leyenda del rock, su corta y meteórica carrera se sustentó en su poderosa voz y la intensidad de su interpretación que la ubicaron entre las grandes artistas de su época.
Dejó como legado una discografía compuesta por cuatro álbumes, uno de ellos publicado después de su muerte, y una profunda huella en la cultura popular como referente de una etapa en que el rock era símbolo de contracultura. (Prensa Latina)